En la Torah se enseña que, para llevar a cabo un juicio, no basta el testimonio de una sola persona. Para que alguien sea condenado a muerte, debe haber por lo menos dos o tres testigos.
Teniendo como base la figura legal del Testigo, esta conferencia busca enseñarnos la incorrecta forma en la que se llevó a cabo el juicio de nuestro Mashiaj [Mesías], en la figura de Rab Yehoshua.