El legado de Maimónides – Capitulo 3

III. El Legado de Maimónides

Córdoba

A consecuencia de la desintegración del Imperio Romano y del surgimiento de Bizancio, el centro espiritual de Eretz Israel se trasladó al cercano Oriente, evitando en esta forma las fricciones. Es así como surge una vigorosa comunidad judía en Babilonia, donde se formaron las nuevas academias de Sura, Pompaditha, Nehardaha, Matha y Majasia patrocinadas por los Príncipes del exilio. Se forman en esas academias los llamados Amoraitas, Rav, Rabí Yehuda Samuel, Abaya, Rava, Rab Najman y Rab Ashe, último de los Amoraitas y redactor del Talmud Babilónico esta época termina con la creación final del Talmud.

En los tres siglos siguientes surgen los llamados Rabanan Saboraitas y más tarde los Gaones que se dedicaban a la interpretación del Talmud. Pero cuando se forma la secta caraítica encabezada por Anán, quien trata de aniquilar al Talmud. Además agegamos la emigración de los pueblos, el surgimiento del estado germánico provocan la decadencia de las academias judías en Babilonia. Como refugio se crean cuatro nuevos centros espirituales: EL Cairo, en donde surge un manantial de la cultura judía con Rabí Shmariá; Rabí Josael se establece en el Norte de Africa donde se formaron ilustres talmudistas como lo son Rabí Hananael, Rabí Nissan, Rabí Jacob y el célebre Rif; el tercer centro fué establecido en Narbona (Germania) para el judaísmo ashkenasita de donde surgió el célebre Rabí Guershon, autor de las famosas reglamentaciones. Y por último el cuarto centro fué con el emisario, Rabí Moshé ben Janóh el cual creó el centro espiritual judío más famoso de España, Córdoba.

El alto nivel cultural del centro espiritual judío en Córdoba, era a la vez paralelo al de la ciudad. Córdoba contaba en aquella época con más de un millón de habitantes, y sesenta mil edificios, ochenta colegios y tres universidades, una biblioteca con setecientos mil volúmenes manuscritos. Todo esto fué fundamental para el máximo esplendor de la época (26).

Acerca de la vida de Maimónides

El juez rabínico Rabí Maimón Hadayán, padre de Maimónides, pretenecía a una familia aristocrática por descender en línea directa del rey David, quién tenía un excelente dominio en el Talmud así como gran erudición, en la ciencia de la época, principalmente en la Astronomía (27).

Poco se sabe sobre la madre de Maimónides, dice una leyenda que el Rabí Maimón había rehusado tomar esposa y decía: “Mi alma sólo siente deseos de la Torá”, pasaron años y cierto día estando en su huerto mientras dormia escuchó una voz que le decia que el dará un hijo que escribirá La segunda ley e iluminará los ojos de todo Israel. Se le presentó Elías, el tisbita y dijo: Maimón ve a Córdoba y toma por esposa a la hija del carnicero”. La madre de Maimónides, no alcanzó a criar a su hijo Moisés pues tuvo compliación en el parto y murió (28).

El 30 de marzo de 1135, nace en la Aljama de Córdoba Moshé Ben Maimón, el sefaradí, conocido entre los musulmanes como Abu Imram Musa ben Maimun Ibn Abdalá. En occidente se le seguirá conociendo como Maimónides, el médico Judío.

De la familia de Maimónides se sabe que su padre era matemático y talmudista famoso en los círculos de Córdoba y Toledo. Su hermano David se desempeñaba como comerciante en joyas y su hermana Shulamit era una excelente calígrafa, que fué de gran ayuda para la redacción de sus escritos. En 1148 el sur de España es conquistado por los Almohades, una secta fanática del Corán que obliga a emigrar a los judíos y cristianos a menos que se conviertan a la fé Mahoma o decidan morir por sus creencias. Entre los que emigran al lado de la familia de Maimónides están el gramático y exégeta José Dimhí y Yehuda Ibn Tibbon, jefe de una gran casa de traductores. Llegando a Almería en 1151 y después a Fez (Marruecos) (29).

Debido a la gran atención por parte del Rabí Maimón a su hijo, Maimónides, no sólo se limitó al estudio judaico sino que dominó en su corta edad las matemáticas, astronomía, filosofía y física. Creció y se educó hasta llegar a los trece años, en un ambiente de tranquilidad y bienestar.

Después de 1148 comienza su exilio, situación que se prolongó por once años. El exilio acrecentó las fuerzas espirituales creadoras de Maimónides y desde ese momento inician sus primeras obras: Un comentario al Talmud babilónico en árabe y un manual en hebreo para el Talmud hierosolimitano. Publicó un tratado sobre la esencia del año bisiesto que fué establecido para absorber la diferencia que existe entre el año solar de 365 días y los doce meses lunares que suman 354 días. Debido a la opresión de la época tuvo que partir a la Ciudad de Fez (en el Norte de Africa) para continuar bajo tutela del famoso Rabí Yehuda Hacohen, Ibn Shushan, guía espiritual de la comunidad judía de Fez.

Debido a que se recrudecen las persecuciones contra los judíos por los Cruzados, Maimónides, se traslada de Eretz Israel a Egipto, particularmente en Fostat, en el año de 1166, pero aqui padece lo más duros golpes, su padre muere y su hermano, David, naufraga; y como consecuencia cae enfermo postrado en el lecho durante un año. Por lo que tiene que elegir una profesión para poder subsistir, eligiendo así la Medicina, que estudió y conoció a fondo durante su enfermedad. Con mano maestra traza una analogía entre las enfermedades físicas del hombre y las enfermedades espirituales.

Maimónides contrajo matrimonio dos veces, de su segundo matrimonio nació un hijo llamado Abraham, que llegó a ser erudito quién fué Príncipe y dirigente Espiritual del Judaísmo Egipcio. Maimónides se convirtió en el médico de la Corte Real en 1187. Su gran desarrollo intelectual y humanístico se desarrolló grandemente a partir de esta época.

La vida creadora y prolífica consagrada a la sabiduría y al pueblo judío, se terminó a la temprana edad de 60 años, el 2 de Tevet del año 4965 (13 de diciembre de 1204). Sus restos fueron trasladados a Tiberiades en la Tierra de Israel (30).

El legado médico de Maimónides

Maimónides clasificó la medicina en tres divisiones: la preventiva, la curativa y la que atendía a los convalecientes, incluyendo los inválidos y los ancianos. Su enseñanza médica basada en la entonces patología humoral de Hipócrates y Galeno, de estricto carácter racional. Combatió duramente el uso de los hechizos, encantamientos y amuletos en el tratamiento de enfermos y desaprobaba toda fé ciega en la autoridad. Estimulaba a sus discípulos a observar y razonar críticamente. Un ejemplo, es el siguiente extracto de sus Aforismos, dice:”Si alguien te afirma que tiene prueba de su propia experiencia de algo que necesita para confirmar su teoría, aún cuando sea una persona de gran autoridad, seriedad y moralidad, deberás dudar. no dejes tu mente ser arrastrada por las novedades que te cuenta sino que examina cuidadosamente sus teorías y sus creencias así como debes hacer respeto a las cosas que declara haber visto; examina el asunto sin dejarte de persuadir fácilmente. Y esto que te digo es cierto, sea que la persona en cuestión fuera un notable o uno del pueblo. Porque una voluntad fuerte puede llevar a una persona a hablar erróneamente, especialmente durante una discusión…” (31)

Grandes contribuciones a la práctica médica hizo y dentro de su principales escritos sobre temas médicos están: Extractos de Galeno, que es una selección de lo que Maimónides consideraba más relevante de entre los 100 libros escritos por Galeno. Destinada para los estudiantes de la medicina griega.

Comentario sobre los aforismos de Hipócrates, polemiza y adopta un punto de vista contrario a la tradición clásica. Cuando Hipócrates afirma que “un varón nace del ovario derecho, una hembra del izquierdo”, Maimónides comenta irónico: “hay que ser un profeta o un genio para saber esto”.

Aforismos médicos de Moisés, es el más grande contiene 1500 aforismos basados principalmente en la medicina griega. Divididos en 25 capítulos en diferentes áreas de la medicina. Ejemplos habla de la apoplejía en la enfermedad cerebro-vascular y del pronóstico. Describe el enfisema obstructivo en el capítulo de enfermedades respiratorias. Da a conocer con exactitud los signos y síntomas de la neumonía. Da a conocer los ocho signos de la hepatitis: fiebre alta, sed, anorexia, lengua roja que se vuelve negra, vómito biliar, dolor en costado derecho, tos ligera y pesadez en el costado derecho.

Tratado sobre las hemorroides, describe las medidas higiénico-dietéticas como las generales para beneficio. Está en contra de la sangría o de la cirugía excepto en los casos severos.

Tratado sobre las relaciones sexuales, fue escrito para un sobrino de Saladino que quería aumentar su potencial sexual. Describe alimentos y drogas que actúan como afrodisíacos o como antiafrodisíacos. Aconseja moderación en la actividad sexual y describe la fisiología sexual (32).

Este Tratado también se titula, el Libro de la Santidad, el cuál este a su vez se divide en tres libros. El primero habla sobre las leyes concernientes a las relaciones ilícitas y describe a la mujer menstruante, la mujer que trae al mundo a un niño, la mujer que sufre el flujo, relaciones entre un Israelita y un pagano, bastardos, masculino con partes pudendas mutiladas, descendencia sacerdotal probada o no probada, aspectos generales en el matrimonio y castidad. Tratando de ver cada aspecto de la ley en la regulación de la vida íntima e individual, concluyendo con su lección moral:”… aleja tu alma de lo que es superfluo, endereza lo que esté torcido, purifica e ilumina cuando este oscuro… hasta que la virtud brille ante tus ojos con su diurno esplendor.”

En el segundo libro trata acerca de los alimentos prohibidos, concerniente a la idea de santidad, mientras que en el escrito tercero cubre todos los aspectos,q ue hablan de la presentación de la carne de los animales permitidos para el consumo humano (33).

Tratado sobre el asthma, explica en 13 capítulos las reglas dietéticas y climáticas apropiadas para los asmáticos. Afirma que el clima egipcio seco es apropiado para esta enfermedad y previene contra el uso de medicamentos poderosos. También hace recomendaciones útiles para la conservación de la salud y el tratamiento de la enfermedad.

Lo primero que hay que considerar es la provisión de aire fresco, agua limpia y una dieta saludable y describe detalladamente: “El aire de la ciudad está estancado, es túrbio y denso, resultado natural de los grandes edificios, de las calles estrechas, los desechos de sus habitantes… uno debe escoger como residencia un lugar abiero… se debe vivir en un piso superior… con mucho sol… Las letrinas deberán estar lo más lejos posible de las habitaciones de vivienda. El aire puro es la regla más importante para la preservación de la salud del cuerpo y del espíritu”.

También afirma que si una persona está alterada emocionalmente o se encuentra en un estado de agitación mental, su bienestar físico sufre y eventualmente puede llegar a enfermar su cuerpo.

Tratado de los venenos y sus antídotos, fue empleado como texto de toxicología en toda la Edad Media, hace recomendaciones para la mordedura de serpiente. También describe el periodo largo de incubación de la rabia y afirma que debe de dejarse abierta la herida por 40 días, así como los síntomas de envenenamiento por belladona y la distición entre venenos calientes y fríos.

En el Régimen de la salud, existen gran variedad de recomendaciones higiénico dietéticas y del uso de medicamentos, tanto del clima. domicilio, ocupación, baños, actividad sexual, vino, dieta y enfermedades respiratorias.

En la Mishné Torá, se describen las reglas sobre la supremacía y nobleza de la vida humana, según Maimónides, el hombre debe tender a mantener su salud física y su vigor para que su espíritu se mantenga enhiesto, en condición de conocer a Dios, puesto que es imposible entender las ciencias y meditar sobre ellas cuando se está enfermo o hambriento (34).

NOTAS:

26. Avigdor, J.: Maimónides; su vida y obra, ensayo biográfico. México. p. 13-17.

27. Avigdor. J., op. cit., p. 19-20.

28. Alexander, T. y Romero, E.: Erase una vez… Maimónides. Cuentos tradicionales hebreos. Antología. Ediciones El Almendro. Córdoba- Madrid. 1990, p. 47-56.

29. Nudelstejer, S.: El hombre y su pensamiento filosófico. Tribuna Israelita. p. 16.

30. Avigdor, J., op. cit., p. 65-91.

31. Maimónides (Rabí Mose Ben Maimón): The medical aphorisms of Mose Maimónides. Edited by F. Rosner and S. Munther, 1970, vol. I. Citado por Fishleder, B. L., op. cit., p. 21-22.

32. Huberman, A.: Maimónides; el filósofo como médico. Revista de Investigación Clínica, INNSZ. México. 1986, 38. p. 117-120.

33. Rabinowitz, L. y Grossman, P.: The Code of Maimonides. Book five. 1965. Judaica Research At Yale University. vol. XVI. p. XIX-XXXIV.

34. Huberman, A., op. cit. p. 120.

INVOCACION

“Dios, llena mi alma de amor por el arte y por todas
las criaturas. Aparta de mí la tentación de que la sed de lucro y la búsqueda de la gloria me influencien en el ejercicio de mi profesión. Sostén la fuerza de mi corazón para que esté siempre dispuesto a servir al pobre y al rico, al amigo y al enemigo, al justo y al injusto.

Haz que no vea más que al hombre en aquel que
sufre. Haz que mi espíritu permanezca claro en toda circunstancia: pues grande y sublime es la ciencia que tiene por objeto conservar la salud y la vida de todas las criaturas.

Haz que mis enfermos tengan confianza en mí y en
mi arte y que sigan mis consejos y prescripciones. Aleja de sus lechos a los charlatanes, al ejército de parientes con sus mil consejos y a los vigilantes que siempre lo saben todo; es una casta peligrosa que hace fracasar por vanidad las mejores intenciones.

Concédeme, Dios mío, indulgencia y paciencia con los enfermos obstinados y groseros.
Haz que sea moderado en todo, pero insaciable en mi amor por la ciencia. Aleja de mí la idea de que lo puedo todo. Dame la fuerza la voluntad y la oportunidad de ampliar cada vez más mis conocimientos, a fin de que pueda procurar mayores beneficios a quienes sufren.

­Amén!”

Moisés Ben-Maimónides, el Español.