Por Iojanan ben Abraham
El Lavado de manos es una práctica muy antigua que se encuentra registrada en la Mishnah, tratado de Tohorot, en la sección Yadaim, en ella se encuentran ciertas normas para llevar a cabo el Lavado de manos. Menciona el tipo de recipientes y tipo de agua, entre otros.
Algo interesante, es que, cuando llega el momento de escribirse el Talmud, no se discute este tratado, sino que se toca este tema con profundidad hasta la época de los Rishonim (años 1050 – 1500).
Esta práctica permite presentarnos puros ante el Boré Olam. Tehilim/Salmos 26:6-7 Lavaré en inocencia mis manos, así andaré alrededor de tu altar, oh HaShem, para exclamar con voz de acción de gracias, y para contar todas Tus maravillas.
Material para el lavado
Este lavado se hace con un recipiente [no se exige tipo de material], el contenedor de agua puede tener una o dos asas, sin canaleta [si lo tiene, sacar el agua del lado donde no hay canal], es recomendable que el recipiente de agua pueda pararse por sí solo, de no ser así no hay problema. En caso de no tener recipiente se puede con el grifo [sin bendición ya que existen dudas].
El agua debe ser limpia, si presenta color u olor extraño no es apto, a menos que sea por olor de barro. La cantidad mínima de agua para el lavado es de un reviit [86 ml], como es difícil medir el reviit, se recomienda lavarse con abundante agua hasta la muñeca de las manos [si se cuenta con poca agua se lava hasta la tercera falange].
Lavado de manos por la mañana
En la mañana se hace el lavado después de recitar Modeh aní, de esto surgen dos casos.
1. El Zohar exige que sea inmediatamente después del Modeh aní.
2. Las halajot permiten que sea después de ponerse prendas adicionales.
Algunas restricciones antes de lavarse son:
1. No se puede caminar más de cuatro codos (1.92 m), en cualquiera de los puntos cardinales [algunos opinan que, para no ser tan estrictos, se puede caminar hasta 5.65 codos (2.8 m)].
2. Si se pone Talit katán no se dice la bendición correspondiente.
3. No se debe tocar partes delicadas del cuerpo como los genitales, ojos, nariz, orejas, etc.
Una vez que se está frente al contenedor de agua, se toma el recipiente con la mano derecha, se lo pasa a la izquierda, y se vierte primero agua sobre la mano derecha. Luego se toma el recipiente con la mano derecha y se vierte agua sobre la mano izquierda, esto se repite otras dos veces [alternando].
El surdo puede hacerlo al revés según Oraj Jaím 4:6, pero puede hacerlo como un diestro según el Yalkut Yosef.
Después, se alzan las manos de modo que la palmas lleguen a la altura del rostro y se dice la berajah.
Baruj Atah Ado-nai Elohenu Mélej ha’olam, asher kideshanu bemitzvotav vetsivanu ‘al netilat yadáim:
Bendito Eres Tú, Ado-nai, Elokim nuestro, Rey del universo, que nos ha santificado con sus mandamientos y nos ha ordenado con respecto al alzado de manos:
Luego, se secan las manos. No debe haber interrupción alguna entre el lavado y la bendición. Algunos acostumbran lavarse cuatro veces en cada mano, también es válido.
Una buena práctica es que, antes de lavarse las manos, se pregunte así mismo si se tiene ganas de hacer de las necesidades fisiológicas, de ser así, no se dice la bendición del lavado de manos por lo que se dice: Tehilim/Salmos 103:1 Bendice, alma mía, a HaShem, y todas mis entrañas a Su Santo Nombre. Al salir del baño se hace nuevamente el lavado y ahora si se dice la bendición del lavado de manos, luego se dice «Ashér yatzár» [bendición posterior a efectuar las necesidades fisiológicas].
Lavado de manos antes de la comida
Se debe hacer lavado de manos con bendición antes de una comida (llámese comida al consumo mayor de 53.8 cm3) o el tamaño de un huevo de gallina. Menor al tamaño mencionado, el lavado es sin bendición.
Cuando se come pan, es costumbre verter el agua tres veces seguidas en la mano derecha y luego tres veces en la mano izquierda. Cuando se come cualquier otro alimento sin pan, basta con verter agua dos veces en cada mano siempre la derecha primero.
Para todos los casos, se frotan las manos después del primer chorro de agua.
Si una persona hace lavado de manos, y después toca algo sucio o alguna parte de su cuerpo con sudor o algo sucio como la nariz, se lava nuevamente, además de que cambia la bendición quedando así:
Barúj ashér kidshánu bemitzvotáv vetzivánu al netilát iadáim:
Bendito Es quien nos ha santificado con Sus mandamientos, y nos ha ordenado lo concerniente al alzado de manos:
Nótese que no se menciona El Nombre Divino.
Lavado de manos después de la comida
Se lava hasta la segunda articulación. El que liderea el Birkat Hamazón [Bendición por el sustento] es primero (cuando es un grupo pequeño apróx. 7 personas). Cuando es un grupo grande, el Jazán se espera para lavarse hasta que solo quede el grupo pequeño sin lavarse.
Casos especiales
– Si se levanta de madrugada para ya no dormir hace el lavado sin bendición.
– Si durmió antes del comienzo de la noche, y despierta antes de la media noche, deberá hacer lavado con o sin bendición (ambas son válidas).
– Si no durmió hace lavado sin bendición. Setenta y dos minutos antes de la salida del sol o mínimo antes de Shajarit.
– Los días de Tishah beAv y Yom Kipur se lavan las manos por la mañana, sólo hasta el último nudillo de los dedos.
– Otra persona puede verter agua sobre las manos, de preferencia no una mujer en Nidah (separación).
– Si se lava en lugar sucio, no decir bendición.
– Si se lava con agua caliente, no decir bendición.
Situaciones que requieren lavado de manos con agua
1. No es necesario verter agua tres veces en cada mano, dos es suficiente y no se necesita bendición.
2. Al levantarse de la cama, después de dormir 60 respiraciones profundas, apróx. 30 minutos.
3. Después de hacer las necesidades fisiológicas.
4. Después de cortarse las uñas o el cabello.
5. Tras quitarse los zapatos.
6. Después de las relaciones maritales.
7. Después de tocar un piojo.
8. Después de lavarse la cabellera, si se rascó la cabeza.
9. Después de tocar partes del cuerpo usualmente cubiertas [genitales o partes del cuerpo que suda].
10. Después de salir del cementerio, acompañar un cortejo fúnebre, o estar bajo un mismo techo con un cadáver.
11. Después de tocar sangre.
Shalom ubrajah!
