Tiempo de lluvia

Si tuviéramos la oportunidad de mirar a lo lejos las condiciones en que se encontraba el poderoso Mitzráim, solo veríamos un gran cuadro de desolación, como un enorme animal herido.
Pero aun terribles acontecimientos estaban a punto de caerle encima. El esplendor, la gloria solo se mantenía por la necedad y resistencia a obedecer.
Este cuadro Mosheh rabeinu lo contempló, sus ojos fueron testigos de la transformación que Mitzráim vivía. ¿Qué pensamientos o sentimientos le nacieron?
Un gran poder, administraba a voluntad sobre esa nación su dominio. Lentamente se presentaba de diversas formas, no había elemento de la naturaleza que se resistiera a obedecer, solo dejaban caer sobre esa tierra todo el poder con que fueron envueltos.

Para dar inicio a este tema y comprobar que Mosheh nuestro ancestro veía desde lejos a Mitzráim leeremos el siguiente pasuk:
Shemot / Éxodo 9:33 Y salido Mosheh de la presencia de Faraón y de la ciudad, extendió sus manos al Señor, y cesaron los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra.

Sentí curiosidad como entre este y el siguiente pasuk, el orden de la mención de los fenómenos meteorológicos están diferentes.
Lo interesante fue que la lluvia ocupa tanto el primer lugar como el último lugar.

Cada vez que me toca esta porción comprendo un poco más que lo leído en la Torah, no tiene que verse o entenderse con sentimientos solamente, un gran bagaje de razones, de intenciones, de eventos futuros están incrustados, mismas que nos ayudan a entender la gran personalidad de nuestro Creador.
El vocablo hebreo para referirse a la lluvia es “Matar”, lo curioso es que en el Mabul se utilizan varios términos para referirse a la “lluvia”. La primera vez que se expresó de ella se refirió como “haré caer agua de los cielos”, un párrafo que era incomprensible para las personas de esos tiempos, como si ahora expresáramos que “caerá fuego de los cielos”.
En aquellos tiempos “la lluvia” no existía, la tierra era humedecida con un vapor que subía de la tierra. Así que era casi imposible creer que las aguas cayeran de los cielos.

Con esto entendemos que la lluvia no es un elemento que fuera programado originalmente para ser parte del desarrollo de las estaciones que mantendrían en equilibrio al planeta. El origen de la lluvia nace con el Mabul (Diluvio), situación bastante compleja, pero que no solo aparece, sino que se queda a formar parte del equilibrio de la naturaleza.
Al caer por primera vez la lluvia sobre la tierra, la Torah se refiere a ella con la raíz hebrea “Guesem”. Esta es la tercera forma de expresarse que aparece en Bereshit en esta porción sobre la lluvia.
¿Qué logro entender con todos estos acontecimientos?
Que el fenómeno meteorológico tiene una clasificación general y depende de cómo se presenta en su intensidad es nombrado de otra manera.

En la actualidad la lluvia es considerada como: un fenómeno atmosférico de tipo hidrómeteorologico. Es clasificada por los siguientes elementos: su intensidad, duración, altura o profundidad, frecuencia, distribución temporal y espacial.
Cabe mencionar un aspecto que de manera general se nos ha quedado, una información gráfica de la lluvia, aquella que nos muestra una gota de lluvia con forma de lágrima, la cual se informa que esta imagen de la gota de lluvia es incorrecta.
Leamos la siguiente información: Las gotas pequeñas son casi esféricas, mientras que las mayores están achatadas. Su tamaño oscila entre los 0,5 y los 6,35 mm, mientras que su velocidad de caída varía entre los 8 y los 32 km/h; dependiendo de su intensidad y volumen.

La Torah la clasifica de manera general en dos, aunque existen otras raíces que hacen referencia a la lluvia, ahora veamos estas dos que son consideradas muy importantes:
Debarim / Deuteronomio 11:14 Yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo, la temprana y la tardía; y cogerás tu grano, y tu vino, y tu aceite.

Cada una de estas clasificaciones tiene diferentes intensidades, lo cual hace posible que se llamen de diferentes formas.
Con todos los elementos que rodean la lluvia, podemos entender que tener una lluvia de intensidad adecuada y en el tiempo adecuado es la que más tendría valor, claro de manera fácil entendemos que con los elementos contrarios a los anteriores, estaríamos ante una lluvia no deseada o más bien no tan favorable.

¿Qué significa tener lluvia temprana y tardía según la Torah?
Creo que tiene una gran gama de tendencias, tanto físicas como de enseñanza en el mejoramiento de la conducta humana, y de manera más profunda en lo espiritual, apartado que entre deja ver de manera clara y que en otra ocasión, con el favor del Eterno tendríamos que analizar.
Sin embargo, continuemos, ahora analicemos el siguiente pasuk:
Jeremías 5:24 Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora al Eterno Elohim nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo; los tiempos establecidos de la siega nos guarda.

En la expresión “los tiempos establecidos de la siega nos guarda”, nos da a entender que un ciclo perfecto con sus beneficios en su tiempo tiene cada estación, cada una de ellas tiene grandes bondades, pero tienen una gran relación con la calidad de las lluvias.
Aunque algunas sensaciones nos permiten entender que los tiempos han cambiado, que la contaminación y calentamiento global se encuentran afectando a los mecanismos de las estaciones.
Lo extraordinario es que la Torah, nos garantiza que todos los elementos de bondad otorgados por el Eterno en las estaciones que componen el ciclo anual, están a la disposición de aquellos que tengan acceso a este bien.
Primero recordemos el pasuk:
Jeremías 5:24 Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora al Eterno Elohim nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo; los tiempos establecidos de la siega nos guarda.

Lo primero es que en su corazón llegó una conclusión, y con la expresión “llegó” trato de dar a entender que se tuvieron que vivir ciertos eventos con los que convencieron de que es bueno temer al Eterno.
Temerle es reconocer que Él tiene todo el dominio para cumplir. Ese cumplimiento está ejemplificado con la lluvia tardía y temprana.
Este evento pasa a hacer algo de intercambio, si tú tienes temor al Eterno te beneficiará, en este caso que el sujeto tiene tierras y la siembra, espera tener que cosechar, pero en abundancia y solo la lluvia con esas características le otorgará ese beneficio.

¿Cómo podríamos dirigir esto como un elemento de beneficio en nuestras vidas?
Veamos el siguiente pasuk:
Oseas 6:3 Y conoceremos, y proseguiremos en conocer al Eterno: como el alba está aparejada su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.

Toda mi intención en aprender está aquí. Observemos como tres acciones están involucradas en el asunto de la lluvia tardía y temprana. No estamos tratando de entender que es una lluvia temprana y tardía, estamos tratando de ver este evento que tiene dos secciones como algo general, de manera global.
Bien que la Torah a ese evento de la lluvia lo hace semejante a un amanecer (alba), esa semejanza está en que es algo establecido que nada lo puede detener cuando ya está signado ese beneficio.

En nuestra vida el alba tiene su simbolismo, el cual es obvio que tiene que ver con un nuevo comienzo, sin embargo se tiene la certeza que va en aumento hasta que el día sea perfecto.
¿Cómo se da este nuevo comienzo? El pasuk lo expresa como: “conoceremos”, momento que se refiere a un comienzo firme para con el Eterno, eso dará la acción de aparejar el camino, el cual nuestros ojos verán claramente cada vez que estudiemos y apliquemos Torah.
El camino y tú tienen que invitar al segundo ingrediente que viene en el pasuk, ¿cuál?
“Proseguiremos”. Está el camino, ahora tienes que avanzar, vivirlo, entenderlo, experimentar. De caer, de levantarte, de confiar más a cada momento, de acercarte al temor ideal que tienes que ejercer en la vida hacia el Bendito Sea Su Nombre.

Una vez que tiene todo este proceso, ahora sí viene y nada lo detiene.
¿Qué viene? ¿La lluvia temprana y la tardía? No, antes tienes que merecerla, tienes que tener dispuesta tu tierra, tiene que estar arada, limpia, trabajada. Hasta entonces entenderás cuando es necesaria una y cuando la otra.
Mientras, solo es necesario percibir que al final de estas lluvias en tu vida, seguirás conociendo al Creador de una forma mejor.

Conclusión

Me despido de ti con una serie de preguntas las cuales me gustaría que meditaras de manera personal.
¿Dónde estamos ahora? ¿En un nuevo día? Y si lo es, ¿sientes que ese día no avanza? ¿Estás seguro que es un amanecer o en realidad está obscureciendo?
¿Qué has conocido del Eterno, qué te mantiene de pie? Y aun cuanto te encuentras de pie, ¿no sabes qué hacer o qué buscar?
¿Todo lo que sabes no te basta para sentirte tranquilo?
¿Has aprendido algo de Torah y no lo has ejercido? ¿Por qué?

Busca la respuesta, eso te ayudará a saber en qué lugar estás en este momento.

Shabat shalom

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