Shlomo y La Sabiduria

    Miketz
    28 de Kislev de 5765
    11 de diciembre del 2004
    1 Reyes / Melajim 3:15-4:1

     

     

     

    Rav Mijael Avila «Shlita»
    Sinagogas Bet HaDerej

    Rav Mijael Avila «Shlita»
    Sinagogas Bet HaDerej
    [email protected]

     

     

     

     

    Lectura

    1 Reyes 3:15 Cuando Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Hashem, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.  16 En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él. 17 Y dijo una de ellas: ¡Ah, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa. 18 Aconteció al tercer día después de dar yo a luz, que ésta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa. 19 Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él. 20 Y se levantó a medianoche y tomó a mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y lo puso a su lado, y puso al lado mío su hijo muerto. 21 Y cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero lo observé por la mañana, y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz. 22 Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey. 23 El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive. 24 Y dijo el rey: Traedme una espada. Y trajeron al rey una espada. 25 En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. 26 Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey(porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. 27 Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre. 28 Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Elohym para juzgar.

    4:1 Reinó, pues, el rey Salomón sobre todo Israel.

    Reflexión
    Shlomo conocido al español como: Salomón cuyo nombre proviene de la palabra hebrea más conocida en todo el mundo es decir “Shalom” la que traducen al español como: paz; no obstante, nosotros conocemos que el significado de esta palabra tiene una connotación mucho más amplia y si esto aún no lo conoces, te invito a que leas la Perasha Bejucotai del 5764 en donde abordo el tema. Shlomo como lo saben, fue hijo de David Hamelej –El rey-, su característica principal fue la “sabiduría” que lo distinguió. La sabiduría de Shlomo fue tan conocida que muchos personajes ilustres venían de lejos a conocerle.
    La sabiduría de Shlomo es caracterizada precisamente por el pasaje de la Haftara Hashavua –de la semana- la que previamente leíste. En esta ocasión debe decidir de cuál de las dos mujeres es el hijo que disputan. Te invito a que me acompañes a la siguiente reflexión antes de entrar en este caso:
    Shlomo fue un hombre sabio que se distinguió como un juez justo, característica que le acompañó precisamente por el conocimiento que tenía del Eterno, él como juez justo de alguna manera representa al Eterno ¿Por qué? Porque existe el Juez Justo y ese es el Eterno, si hay alguien que se caracterizó por su justicia como juez fue: Shlomo, vale la pena reflexionar en este caso representativo de él.
    En primer lugar: debo hacer notar que Shlomo al ser representativo del Eterno funge como juez aún de personas que a juicio de muchos no merecerían la justicia, es decir de mujeres que llevaban a cabo un oficio mal visto por la Escritura y desde luego por la sociedad que es: la prostitución:

    1 Reyes 3:16 En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él.
    En el hebreo a las rameras les llamó: Tzanot en plural, mujeres que vendían por precio su cuerpo y esto ilustra mucho, hay algunos que piensan, que por su estatus económico, social, cultural y en el caso de algunos por su judeidad, se merecen mucho más que otros que no están a su altura; sin embargo eso no es cierto, la justicia se aplica no obstante de la condición de la persona por lo que el Eterno así mismo no se ciega ante las condiciones de las personas sino que no obstante de ellas, Él aplica justicia.
    La problemática radicaba en que ambas mujeres vivían juntas y por espacio de tres días de diferencia, habían tenido el alumbramiento de su respectivo hijo, una de ellas había matado por error a su hijo al aplastarlo con su cuerpo y ahora, aprovechándose de su compañera de habitación le había cambiado el cuerpo inerte de su hijo quedándose con el vivo. Ambas se presentaron delante del rey para pedir justicia, es aquí donde comienza lo interesante.
    Haciendo un paréntesis, es curioso ver en un partido deportivo de dos equipos cómo es que las personas de ambos bandos claman a su dios para pedir la victoria, la pregunta que se deriva es: ¿A quien le hará caso? Imaginémonos que ambos que claman son am israel –pueblo-, entonces la respuesta sería: Para quien la justicia se inclinara, es decir quien haya hecho más méritos de lograr la victoria, así de simple.
    Con lo anterior en segundo lugar: debemos considerar que Shlomo con su sabiduría pudo deducir quién era la mujer que tenía la razón; al Eterno no le hace falta deducirlo sino que lo sabe, es decir, Él ve todo lo que sucede y nada le es oculto a sus ojos:

    Salmos 102:19 Porque miró desde lo alto de su santuario; Hashem miró desde los cielos a la tierra
    Cuando nos encontremos en disputa con alguien nunca debemos olvidar que el Eterno todo lo ve y nunca pensemos que nuestras acciones se le escaparán, ¡De ninguna manera!
    Podrás no decir frente a tu adversario las palabras que piensas, considera que el Eterno todo, pero todo lo sabe:

    Mateo 12: 36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
    De ahí que  tanto nuestras acciones como nuestras palabras no se le escapan al Eterno por lo que aún ellas al momento de enjuiciar algo serán tomadas en cuenta.
    En tercero y último lugar: debemos notar que no será el hombre quien establezca la justicia, sino que será el Eterno quien lo hará absolutamente con todos los argumentos que competan a la problemática:

    1 Reyes 3:28 Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Elohym para juzgar.
    Debemos confiar con todo lo anterior en que el Eterno es un Juez Justo y por lo tanto no debemos sentirnos desamparados, sino al contrario, confiados en que si hacemos el bien, el Eterno nos podrá respaldar; pero si hacemos lo contrario no dudemos que no podremos escapar de Su justicia.
    El salmista le pedía al Eterno que lo juzgara conforme a su integridad garantizando que la justicia del Eterno se establezca. Pongamos en práctica ese ejemplo que la Escritura nos da:

    Salmos 7:8 Hashem juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Hashem, conforme a mi justicia, Y conforme a mi integridad. 9 Fenezca ahora la maldad de los inicuos, mas establece tú al justo; Porque el Elohym justo prueba la mente y el corazón. 10 Mi escudo está en Elohym, Que salva a los rectos de corazón. 11 Elohym es juez justo,Y Elohym está airado contra el impío todos los días. 12 Si no se arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.

    ¡Shabbath Shalom!

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