Las Ventanas de los Cielos

    Metzorá
    7 de Nisan de 5765
    16 de abril del 2005
    2 Reyes / II Melajim 7:3-7:20

    Rav Mijael Avila «Shlita»
    Sinagogas Bet HaDerej
    [email protected]


     


    Lectura
    2 Reyes 7:3 Había a la entrada de la puerta cuatro hombres leprosos, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos? 4 Si tratáremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasemos al campamento de los sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos. 5 Se levantaron, pues, al anochecer, para ir al campamento de los sirios; y llegando a la entrada del campamento de los sirios, no había allí nadie. 6 Porque Hashem había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército; y se dijeron unos a otros: He aquí, el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros. 7 Y así se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y habían huido para salvar sus vidas. 8 Cuando los leprosos llegaron a la entrada del campamento, entraron en una tienda y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata y oro y vestidos, y fueron y lo escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron y lo escondieron. 9 Luego se dijeron el uno al otro: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey. 10 Vinieron, pues, y gritaron a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aquí que no había allí nadie, ni voz de hombre, sino caballos atados, asnos también atados, y el campamento int acto. 11 Los porteros gritaron, y lo anunciaron dentro, en el palacio del rey. 12 Y se levantó el rey de noche, y dijo a sus siervos: Yo os declararé lo que nos han hecho los sirios. Ellos saben que tenemos hambre, y han salido de las tiendas y se han escondido en el campo, diciendo: Cuando hayan salido de la ciudad, los tomaremos vivos, y entraremos en la ciudad. 13 Entonces respondió uno de sus siervos y dijo: Tomen ahora cinco de los caballos que han quedado en la ciudad (porque los que quedan acá también perecerán como toda la multitud de Israel que ya ha perecido), y enviemos y veamos qué hay. 14 Tomaron, pues, dos caballos de un carro, y envió el rey al campamento de los sirios, diciendo: Id y ved. 15 Y ellos fueron, y los siguieron hasta el Jordán; y he aquí que todo el camino estaba lleno de vestidos y enseres que los sirios habían arrojado por la premura. Y volvieron los mensajeros y lo hicieron saber al rey. 16 Entonces el pueblo salió, y saqueó el campamento de los sirios. Y fue vendido un seah de flor de harina por un siclo, y dos seahs de cebada por un siclo, conforme a la palabra de Hashem. 17 Y el rey puso a la puerta a aquel príncipe sobre cuyo brazo él se apoyaba; y lo atropelló el pueblo a la entrada, y murió, conforme a lo que había dicho el varón de Elohym, cuando el rey descendió a él. 18 Aconteció, pues, de la manera que el varón de Elohym había hablado al rey, diciendo: Dos seahs de cebada por un siclo, y el seah de flor de harina será vendido por un siclo mañana a estas horas, a la puerta de Samaria. 19 A lo cual aquel príncipe había respondido al varón de Elohym, diciendo: Si Hashem hiciese ventanas en el cielo, ¿pudiera suceder esto? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello. 20 Y le sucedió así; porque el p ueblo le atropelló a la entrada, y murió.

    Reflexión

    En la porción de la Haftará, nos encontramos en un tiempo en el que Israel ya está dividido, el reino del Norte se encuentra gobernado por Yehoram –Joram-, su reinado duró doce años aunque tristemente hizo lo malo delante del Eterno.
    La capital del reinado del Norte era Shomeron –Samaria- la cual fue sitiada por el rey Ben Hadad de Siria. Este sitio trajo hambre sobre Shomeron así como el encarecimiento de todo:

    2 Reyes 6:25 A consecuencia de aquel sitio, hubo una gran hambruna en Samaria; tan duro era, que la cabeza de un asno se vendía por ochenta piezas de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de palomas por cinco piezas de plata.
    La crisis fue tan grave que hubo gente que aun se comió a sus propios hijos:

    2 Reyes 6: 29 Cocimos, pues, a mi hijo, y nos lo comimos. Al día siguiente yo le dije: “Trae acá a tu hijo para que nos lo comamos”. Pero ella ha escondido a su hijo.
    Nos debemos imaginar que para llegar a tal extremo, la situación de miseria en la que vivieron fue terrible, la desesperación que prevalecía fue devastadora y bajo tales circunstancias en lugar de que el rey Yehoram buscara a Hashem, le echaba la culpa de sus males a Elisha HaNavi –Elías el profeta-:

    2 Reyes 6: 31 Y él dijo: Así me haga Elohym, y aun me añada, si la cabeza de Eliseo hijo de Safat queda sobre él hoy.
    No obstante lo anterior, sería Elisha mismo, el encargado de anunciar la salvación de parte de Hashem para con Shomeron:

    2 Reyes 7:1 Dijo entonces Eliseo: Oíd palabra de Hashem: Así dijo Hashem: Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria.
    ¿Cuál fue la forma en que el Eterno salvo a Shomeron? Haría que el ejército de Siria escuchara un gran escándalo, sonido como de un ejército, provocando con ello que cayera pavor sobre ellos a tal grado que huirían abandonando todo a su paso:

    2 Reyes 7: 6 Porque Hashem había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército; y se dijeron unos a otros: He aquí, el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros. 7 Y así se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y habían huido para salvar sus vidas.
    La forma en la que se enterarían sería a través de 4 leprosos o metzoraiym, que sería el plural para designar a alguien infectado de una enfermedad cutánea parecida a la lepra, motivo por el que leemos esta porción semanal titulada:Metzorá. Estos metzoraiym estaban fuera de la ciudad, al reconocer que si pedían entrar morirían por causa del hambre que existía hacia dentro de Shomeron, y quedándose ahí correrían con la misma suerte, decidieron entonces ir con los sirios con la esperanza de que se compadecieran de ellos y entonces salvaran la vida.
    Una vez que llegaron se encontraron con la sorpresa de que estaba todo abandonado, comieron, se saciaron y decidieron dar aviso a la ciudad de Shomeron. El rey de Israel mandó a unos cuantos hombres para que se cercioraran de los dichos de los metzoraiym y al constatarlo, pudieron salvar su vida al tomar para sí todos los víveres, enseres y demás cosas que el ejército sirio había abandonado.
    De un día a otro, tal y como Elisha lo anunció: los precios de la harina y la cebada bajaron, gracias a este evento milagroso que hizo Hashem.
    ¿Cómo explicarse lo que le aconteció al ejército Sirio? Si uno no cree en el poder del Eterno y desde luego tampoco cree en los milagros, sería imposible descubrirlo, pero si uno cree que Hashem interviene en la vida de las personas y de los pueblos en algunos casos milagrosamente, es perfectamente creíble que esta historia sea una de las tantas que hemos oído que narran las Escrituras, ¿verdad? La Biblia está llena de historias de milagros, y no me dejo de sorprender cuando me encuentro con gente que dice creer en la Escritura y no acepta que estos hechos son posibles, sobre todo que aún existan en nuestros días, y más aún, piensen que en medio de una problemática con otro hijo del Eterno no esté Hashem para mediar en justicia. Ésta es la otra parte, hay gente que sí acepta los milagros; pero, no considera que en aspectos de justicia en medio de una disputa entre hijos, el Eterno puede intervenir y de hecho está al tanto de la situación. El Eterno está presente en nuestra vida y puede hacerse manifiesto tanto en eventos que requieran de su poder, como en situaciones que aparentemente serían insignificantes, Hashem está detrás de toda nuestra vida si es que en verdad somos hijos.
    Yo, como rabino mesiánico, creo en un Elohym que es capaz de hacer esto que escribo y más, recientemente tuvimos el dolor de recibir la noticia que la nieta recién nacida del Roé de Bet Haderej Yitzjak García, sufrió unas convulsiones como consecuencia de un derrame en su cerebro de nivel tres, la noticia fue devastadora, pero el Eterno prontamente confirmó que la enfermedad no sería de muerte, su recuperación fue milagrosamente rápida, y esta semana a dos meses de ese evento pudimos constatar médicamente lo que ya sabíamos que ocurriría, Jana –ese es el nombre de la bebé- no tenía ninguna secuela de ese derrame en su cerebro, y su desenvolvimiento físico es perfectamente normal, el médico estaba sorprendido de lo milagroso de su recuperación y toda la kehilá de Bet Haderej agradecidos con Hashem por la bendición de su respuesta. ¡Baruj Hashem!
    ¿Cómo se pudo dar este caso de sanidad en Jana así como el hecho de que los sirios huyeran abandonando todo? ¡Gracias al poder del Eterno! La Haftará en esta porción, nos revela una frase que ilustra la manifestación física del Eterno en la vida de los hombres, ¿cuál?, “la ventana de los cielos”. En las Kitvei Hakódesh –Sagradas Escrituras- nos encontramos no nada más con eventos como los: “cielos abiertos”, sino también con “ventanas de los cielos”, en ambos casos son frases que denotan particularmente la manifestación del Eterno en la vida de sus hijos:

    2 Reyes 7: 19 A lo cual aquel príncipe había respondido al varón de Elohym, diciendo: Si Hashem hiciese ventanas en el cielo, ¿pudiera suceder esto? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos …
    Curiosamente en este caso es la frase dicha por este capitán que no creería en el poder del Eterno y su incredulidad lo llevaría a la muerte. ¿Qué sucede con el hecho de que las ventanas de los cielos estén dispuestas? Sucederá una manifestación física del poder del Eterno. Si leemos el libro de Bereshit conocido como Génesis, nos damos cuenta que el Eterno usó igualmente esta frase para una manifestación física de su poder, sería un diluvio en este caso:

    Génesis 7:11El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas, 12 y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. 13 En este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca;
    Aunque algunas traducciones de la Biblia utilizaron las palabras: “cataratas de los cielos”, en realidad bien pudo haber sido: “ventanas de los cielos”pues son las mismas palabras que nos encontramos en esta haftará. Volvamos a leer:

    Génesis 8:2 Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida. 3 Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días. 4 Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat.
    Las ventanas de los cielos junto a las fuentes del abismo fueron cerradas, ¿qué sucedió como consecuencia?, que la manifestación física del Eterno dejó de hacerse palpable. Ahora, así como en el caso de la haftará Hashavua, el Eterno con esta manifestación física dio a nuestro pueblo: salvación, nosotros podremos recibir ese poder manifiesto de Él, y he encontrado un tip que nos puede ayudar a recibirlo, ¿cuál? , el ser dadivosos en lo material para con Él. Leamos:

    Malaquias 3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Hashem de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
    ¿Qué sucede cuando se manifiesta: las ventanas de los cielos? Hashem derrama bendición, pero el contexto del que se habla es en la obediencia, así como el desprendimiento que hagamos de lo material para con Él, a su obra, a su servicio, y no dejo de recordar ahora que escribo esto, lo que nos narra el Brit Jadashá –Pacto Renovado- acerca de un varón conocido como Cornelio:

    Hechos 10:3 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Elohym entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. 4 El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Elohym
    No nada más las oraciones son útiles para llegar a la presencia del Eterno, sino también las dádivas económicas serán determinantes para encontrar más fácilmente el favor del Eterno, esto me trae también el recuerdo de la tefilá –oración- por sanidad que se encuentra en los sidurim –libros de oraciones- del shabbath, la cual incluye la dádiva de dinero por el favor de recibir la sanidad, por lo que no estaría incorrecto sino al contrario, perfectamente Escritural.
    ¡Mi deseo para con ustedes que nos leen es que puedan tener la oportunidad de tener para su vida muchos momentos de ventanas abiertas de los cielos en donde la manifestación física del Eterno les prodigue Su bendición!

    ¡Shabbath Shalom!

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