Introducción a la Tefilah

La Tefilah tiene sus orígenes a lo largo de las Escrituras.
En gran parte del Tanaj, encontramos referencias a esa comunicación que puede haber entre el TodoPoderoso y el hombre.
Tefilah, es la palabra que por excelencia traducen como «Oración». Es probable que, de manera inmediata, cuando escuchamos esta traducción, nuestra mente la asocie con alabanzas, peticiones, ruegos y demás cosas que uno pueda dirigir al Creador. Y aun cuando en parte esto pueda ser así, hay un factor básico que influye en particular sobre la Tefilah.

Algo que debemos tener presente, es que, también, a lo largo del Tanaj, hay diversos vocablos que traducen como Oración. Es decir, no solo Tefilah se utiliza para aludir a esa comunicación HaShem-Hombre; hay otros vocablos como: Ana, Janan, Siaj, etc.; que también refieren este tipo de relación. Pero, en la que vamos a centrar nuestra atención, es Tefilah.

La primera vez que aparece esta palabra en el Tanaj, es en Melajim alef / 1ª Reyes, en el 8:28. Se da por boca de Shelomoh hamélej, después de la construcción del Bet haMikdash; cuando finalmente el Arca, el Aron hakodesh, es introducida en él.
Estando ahí de pie, comienza a elevar sus palabras al Bendito, Él; y quedó escrito: Sin embargo, HaShem, Elokim mío, vuélvete hacia la oración y la plegaria de tu siervo, para oír el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de Ti.

Tal vez te preguntes, ¿por qué si hay varios vocablos que traducen como «Oración», vamos a centrarnos en Tefilah en particular?
Tan solo en el verso que acabamos de citar encontramos un dos más que traducen como Plegaria y Clamor.
De forma primaria, consideremos que una Tefilah tiene como propósito enaltecer el Nombre del Creador. Además, el factor que impera, de manera básica en la Tefilah, es la Estructura que tiene. Es decir, no es una oración espontánea, sino estructurada.

Al escuchar hablar de una oración o petición estructurada, lo primero que llega a la mente de todo judío, es este libro llamado Sidur; el cual ha servido desde ya muchas generaciones atrás, para poder alabar, comunicarnos, y pedir a HaShem. La palabra Sidur, viene del hebreo «Seder», que puede traducirse como «Orden», en alusión a que, lo plasmado en ese libro, lleva un orden o patrón que debe ser seguido. Por ello, algunos editores judíos, traducen la palabra Tefilah como «Rezo», , pues el término latino Recitāre llegó a nuestra lengua como Rezar.
El prefijo «Re», en esta palabra, se utiliza para indicar una reiteración.
El verbo «Citare», es sinónimo de «nombrar a alguien o citar».
Es decir, se está repitiendo una cita, algo que ya está escrito.

(Abriendo un paréntesis, algunos al escuchar la palabra Rezo, mentalizan de manera inmediata la enseñanza católica. Debido a esto, aseveran que el hecho de que los judíos eleven sus palabras al Creador de esta forma, es erróneo. Sin embargo, no debe mantenerse esta idea, dado que el rezar u orar al Creador de una manera estructurada, se da mucho antes en el judaísmo, que en el catolicismo).

Entonces, el Sidur [o por su nombre completo Sidur Tefilah], es el instrumento que nos ayuda a orar o rezar con un patrón establecido. Lo que citamos o repetimos en este libro, cada que hacemos una oración o Tefilah estructurada, son partes del mismo Tanaj y del Talmud. Ya sean alabanzas, peticiones, agradecimientos, rectificaciones, etc., todo ello tiene un respaldo de donde fue tomado. Por lo que, si alguno quiere decirnos, que Rezar no es correcto, pues son, y pongo entre comillas: «Vanas repeticiones»; valdría la pena que ese alguien se cuestionara si lo que está escrito en las Escrituras es vano, ya que un número considerable de versos y capítulos, se encuentran plasmados en un Sidur.

En un Sidur encontramos recopilado, tal vez de una manera básica, principios de la fe judía. Y nos ayuda de alguna manera, a encontrar los diferentes caminos para establecer una comunicación o relación directa con el Creador. Hay personas que por X circunstancia, no están ejercitados en esa charla Hombre-Creador, de ser el caso, el Sidur es una muy buena herramienta para comenzar a formar ese vínculo.

Los Sidurim [plural de Sidur], repito, no se utilizan para hacer una Tefilah u oración espontánea, sino estructurada. Y cuando un grupo de personas se reúne en la Bet Tefilah [Casa de oración], para elevar sus palabras al cielo; lo harán teniendo como base este libro de rezos.

Jazak ubaruj!

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