Vino y Alegría

Cuando los hermanos de Iosef cumplen el requisito que les pidió, llevar a Biniamin para rescatar a Shimeon, este los invita a comer a su palacio.
Bereshit [Gn] 43:34 Y él tomó porciones de delante de sí para ellos; mas la porción de Biniamin era aumentada más que las de todos ellos en cinco partes; y ellos bebieron, y se embriagaron con él.

Quiero centrarme en la última parte: «Comieron y se embriagaron con él». A simple vista, ¿qué se puede entender de esto?
Algunos movimientos ideológicos, o religiosos, censuran el consumo de bebidas alcohólicas. Dicen que el Vino es igual a Pecado. Suelen ocupar versos del Brit jadashah [Pacto renovado], en los que se habla de los “borrachos».
Y salta la pregunta, ¿qué es un borracho? Quiero dar dos definiciones del diccionario:
a) Que tiene alteradas temporalmente las capacidades físicas y mentales por un consumo excesivo de alcohol.
b) Que bebe alcohol en exceso de forma habitual.

Cuando los versos del Brit jadashah hacen mención de una «borrachera», tocan situaciones o actos, que pueden derivarse del consumo excesivo de alcohol. Si ello sucede, quiere decir que se tienen problemas con él, o un vicio; una clara falta de dominio propio. Este tipo de personas, son las que buscan vivir un mero placer temporal.
Salta otra pregunta: ¿La embriaguez que tuvieron Iosef y sus hermanos, terminó en problemática?
No. Bien podríamos decir que, en ese sentido, conocían sus límites. Lo que buscaron con esa convivencia fue el disfrute.

Dentro del judaísmo, en la mayoría de los Sederim [Ordenes litúrgicos], el uso del vino es común. No solo en las tradiciones contemporáneas, desde el tiempo de los Korbanot [sacrificios] en el Bet haMikdash [Templo], muchos incluían vino. Una relación que podemos darle a esto es la alegría.
Es preciso mencionar que, HaShem le permitió al hombre encontrar las bebidas alcohólicas, producirlas y disfrutarlas.
Tehilim [Sal] 104:15 Y el vino que alegra el corazón del hombre, y el aceite que hace lucir el rostro, y el pan que sustenta el corazón del hombre.

Mishle [Pro] 31:6-7 Dad bebida fuerte al que está pereciendo, y vino a los amargados de alma. Que beba y se olvide de su pobreza, y no recuerde más su aflicción.

Por supuesto, siempre está el beberlas con moderación.
Mishle [Pro] 31:4-5 No es para los reyes, oh Lemuel, no es para los reyes beber vino, ni para los gobernantes desear bebida fuerte; no sea que beban y olviden lo que se ha decretado, y perviertan los derechos de todos los afligidos.

Con lo anterior, debo plantearme, ¿soy capaz de disfrutar, sin dejar de lado mi responsabilidad?
Otra pregunta, un tanto extraña: ¿Soy capaz de embriagarme, como las Escrituras me invitan y permiten?
Como bien lo menciona Kohelet [Eclesiastés]: «Hay tiempo para todo»; por supuesto también, formas y lugares.
El libro de Shir hashirim [Cantar de los cantares] es considerado por algunos Maestros como la sección más profunda del Tanaj. De forma somera, se puede apreciar la relación amorosa, emocional, sentimental, sexual que tiene una pareja.
HaShem espera tener dicha relación con Su pueblo. Intimar de una manera tal, que rompa los límites. En ese libro está escrito:
Shir hashirim [Cnt] 5:1 He entrado en mi huerto, hermana mía, esposa mía; he recogido mi mirra con mi bálsamo. He comido mi panal y mi miel; he bebido mi vino y mi leche. Comed, amigos; bebed y embriagaos, oh amados.

Aquí, embonan a la perfección los siguientes versos:
Efesim [Efe] 5:17-19 Así pues, no sean necios, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor. Y no se embriaguen con vino, en lo cual hay disolución, sino sean llenos del Espíritu, hablando entre ustedes con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con su corazón al Señor.
El vino me da un disfrute físico, lo que me resta, es trascender hacia lo «espiritual», hacia lo interior. Pero, ¿cómo entender una embriaguez en el espíritu, si no me doy la libertad de disfrutar lo que HaShem hizo para mí en la tierra?
Mishle [Pro] 9:4-6 El que sea simple que entre aquí. Al falto de entendimiento le dice: Vengan, coman de mi pan, y beban del vino que he mezclado. Abandonen la necedad y vivirán, y anden por el camino del entendimiento.

Para algunos, estas palabras pueden hacer ruido. Si eres de los que dicen: «Bueno, pero las Escrituras hablan de vino, no de otras cosas», te recomiendo escuchar las conferencias de Rab Ávila «Vino en las Escrituras». Ahí enseña que, a lo largo del Tanaj, hay al menos 10 vocablos que aluden bebidas embriagantes, aparte del vino o yain.

Sea voluntad ante HaShem, que tengamos libertad de disfrutar el mundo que hizo para nosotros. Ser capaz de tomar una copa entre mis manos, bendecir al Creador de todo, y beberla. Hacerlo con dominio, fuerza, madurez y responsabilidad, para así adentrarme en esa alegría no solo trastoca mi ser, también a la Divinidad.
Shoftim [Jue] 9:13 Pero la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Elokim y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?

Justo en este Shabat Janukah, recordando los milagros que HaShem hizo por nuestros padres en esta época; y la memoria de los hombres y mujeres, que dieron su vida por hacer Kidush HaShem [Santificación del Nombre], te invito a decir: Lejaim! / ¡Para la vida!

Jazak ubaruj!

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