Un mensaje para mí

Según nuestros Sabios, estas son las últimas 5 semanas de vida de Mosheh rabénu. Él no cruzaría a la tierra prometida. Su experiencia con nuestro pueblo le daba bastantes argumentos para aconsejarlos.

Ciertamente, los diez acontecimientos negativos que nuestro pueblo mostró hacia el Eterno, tenían que venir a memoria. Los eventos y sus consecuencias tenían que servir de aprendizaje para los que estaban presentes.

Su preocupación por la conducta del pueblo era grande. En sí, los 5 libros son una gran fuente de información. El detalle se expone siempre, con la única intención de instruir, transformar cualquier tipo de sentimiento o necesidad, en una respuesta con beneficios.
Es hermoso, cómo el Eterno nos pone una explicación y después la vuelve a repetir con detalles agregados. Busca varios tonos y enfoques para que se entienda. Utiliza varios métodos para comunicarse.

Devarim/Deuteronomio 1:31 Y en el desierto, has visto que el Eterno tu Elohim te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta que habéis venido a este lugar.

La primera imagen que me regaló este pasuk, es la de un padre acompañando a su hijo. Imagina cuando eso sucedió contigo.
Podría decir un sinfín de palabras emocionadas, pero creo que cada ser debe construir sus propias imágenes.

Este pasuk, de manera sencilla, llena en el ser humano un elemento: “la imagen paterna”. Una imagen perfecta, sin temor a decir lo ideal.
Imagina a una persona que le hizo falta esa parte. Al encontrarse con este pasuk, su sentido de identidad empezaría a desarrollarse.
En él. HaShem dice que siempre estuvo contigo. Fuiste su preocupación, te defendió. Fue un padre con responsabilidad, que como bien sabes, en ocasiones te aplasta y angustia, así como cuando procuras a tus hijos.
Te mostró Su amor paternal, hasta que fuiste capaz de enfrentar tus decisiones.

La imagen paterna que el Eterno nos regala, es para entender cómo nos ama. Si la vida nos hubiera dado un padre no adecuado, siento que el Eterno es uno más que excelente.
Al ver una y otra vez, cómo se cuenta la historia de nuestra libertad de diferentes maneras, percibo un matiz especial. Nuestro Padre sabe que nos va encontrar en ciertas condiciones, con ciertas diferencias, con ciertos pensamientos. Aun con ello, nos toma de la mano y nos cuenta la historia. Es un buen ejemplo para cumplir una mitzvah de hablar a tus hijos de Torah andando en el camino.

El siguiente pasuk se dirige a la sensación de exclusividad, del poderío de ámbito de la altura.
Shemot/Éxodo 19:4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a Mí.

Aquí se refleja una sensación maternal. La que sentimos cuando una madre nos habla y nos invita a demostrar aquello que bien sabe, podemos dar.
Este pasuk nos habla de protección, de amparo. Las aves, al volar, gozan de este beneficio.
Yeshaiah/Isaías 31:5 Como las aves que vuelan, así amparará el Eterno de los ejércitos á Yerushalaim, amparando, librando, pasando, y salvando.

Las alas no solo sirven para volar. Protegen, dan confort a las crías, y transportan.
Como ven, también llena el asunto de la imagen materna. Él es nuestra satisfacción completa.

Cualquier asunto que sientas necesitar, y que te está dando problemas para tener una visión clara de la vida, está registrado en la Torah en un espacio, en un renglón que tienes que encontrar.

Tienes que escuchar en Shabat a Mosheh. Siente sus palabras. Son como una frecuencia que está tratando de sintonizar contigo. Observa cómo se repite una y otra vez la historia de nuestra libertad. Piensa que, en medio de todo ese relato, tu libertad también está incluida.

Gran parte de tu poderío está en la obediencia a la Torah, nunca en tu suficiencia.
La riqueza de sentirse hijo está basada en las instrucciones y en el cumplimiento de estas.
Sentirse hijo es cumplir. Si no cumples, no eres hijo. Eres alguien exigiendo lo que no mereces. Sentirse hijo es una sensación esplendorosa de poder:
Mijah/Miqueas 5:8 Y será el remanente de Ya’acob entre los gentiles, en medio de muchos pueblos, como el león entre las bestias de la montaña, como el cachorro del león entre las manadas de las ovejas, el cual, si pasare, y hollare, y arrebatare, no hay quien escape.

La Torah nos trata de enseñar que tenemos un dueño. Somos propiedad exclusiva.

Conclusión

Tratemos de encontrar un mensaje especial, que nos ayude a ser lo que somos. No tardemos más nuestra salud, no es necesario tocar fondo. Busquemos un camino adecuado a nuestra estampa de judío.
Tratemos que nuestra dureza de corazón. Considera este pasuk, que es la continuación del inicio a este tema.
Devarim/Deuteronomio 1:32 Y aun con esto no habéis creído en El Eterno vuestro Elohim.

Sí, pareciera que aun con tantos matices y maneras en que el Eterno trata de explicarnos, simplemente no creemos.

Shabat Shalom!

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