Shavu’ot: Libertad, Torah, Ruaj hakodesh

Introducción

La porción especial de esta semana además de hablarnos al respecto de las jaguim [fiestas] nos da instrucciones referentes al diezmo, y nos habla de un diezmo que poco tiene que ver con la connotación que le han dado en las diferentes denominaciones religiosas, ya que el diezmo bíblico rompe con el esquema de que es algo que nada mas le pertenece a HaShem y el dador no disfruta de ello, sin embargo por la lectura que nos brinda esta porción nos damos cuenta que parte de este diezmo se utilizaba para que el dador, así como su familia y siervos, huérfanos y viudas, así como los leviim – levitas, se gozarán delante de HaShem en un festín propio de aquel que disfruta del fruto del trabajo de sus manos.
Debarim 14:22 Ciertamente separarás el diezmo de todo el producto de tus simientes que el campo produce año por año,
Aser te’aser et kol-tvu’at zar’echa hayotse hasadeh shanah shanah
.

Sin embargo dispondremos este espacio para escribir un poco, en relación a la fiesta que celebraremos llamada Shavu’ot.

La fiesta

Debarim 16:9-12 Siete semanas contarás para ti; desde que la hoz corte el ‘omer, principiarás a contar siete semanas. Y celebrarás la fiesta de las semanas [Shavu’ot] al Eterno, tu Elokim; con lo que pudieres dar de tu mano darás, de acuerdo con lo que te haya bendecido el Eterno tu Elokim. ante el Eterno, tu Elokim, tú y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el levita que reside dentro de tus ciudades, juntamente con el prosélito y el huérfano y la viuda que habitan Y en medio de ti, en el lugar que escogiere el Eterno, tu Elokim para poner allí Su Nombre. Y acuérdate de que tú fuiste siervo en Egipto; por tanto guardarás y cumplirás estos estatutos.

En el versículo 10 leemos el nombre de la fiesta que esta semana celebraremos, la fiesta de las Semanas, del hebreo Shavu’ot. Esta fiesta tiene varios nombres que la identifican, como son:
Jag Habikurim -Fiesta de las primicias-
Jag Hakatsir – Fiesta de la cosecha-
‘Atzeret -Conclusión-
Zeman matan Toratenu -Época de la entrega de la Torah-
Y por supuesto Shavu’ot – Semanas-

Hay un nombre que también identifica a la fiesta que es Pentecostés, palabra proveniente del griego y cuyo significado es cincuenta.

De acuerdo a la tradición, en el año 2448 nuestro pueblo sale de Egipto como un comienzo de su liberación, y cincuenta días después recibirían la Torah por medio de Mosheh, situación que vino a dar un vuelco a la historia, por cuanto es una de las legislaciones más antiguas y sobre todo, por cuanto trata diversos aspectos que fueron revolucionarios en su tiempo y aún en tiempos recientes y como parte del recordatorio de ese evento se celebra ésta fiesta.

La libertad

Cualquiera que no entendiera la importancia que tiene la Torah, pensaría que cuando nuestro pueblo salió de Egipto alcanzo su libertad, sin embargo esto no fue así, sino que eso fue el primer paso para alcanzar su completa libertad, ya que al salir, la esclavitud que dejaron fue tan solo física, sin embargo ¿Qué persona puede ser libre por tan solo serlo físicamente? ¿Acaso una persona presa no sigue siendo libre? O bien, un persona que lamentablemente está en un cuerpo que no responde a sus deseos ¿Acaso no es libre?
Y es que la libertad no nada mas tiene que ver con el cuerpo, sino que trasciende a este, por cuanto en la mente y la voluntad es donde reside las opciones que nos deben brindar una libertad, esto es, poniendo un ejemplo burdo, si una persona se siente en un restaurante, y pide de beber, y el mesero le indica, solo tenemos para beber agua simple o agua simple, el comensal no tiene otra opción más que elegir tomar lo único que hay, y esto no es libertad, ya que la libertad se ejerce cuando un hombre o mujer tienen más de una opción para elegir.
La Torah viene a darle al hombre esa verdadera libertad, ya que le presenta un camino diferente que al que ha venido siguiendo, y este camino que presenta la Torah, es su segunda opción a elegir, y es hasta entonces cuando el hombre verdaderamente ejercerá su libertad.
Nuestro pueblo estando en Egipto tenía unas costumbres, una forma de vida, unas tradiciones que les eran comunes, sin embargo era lo único que conocían, su forma de conducirse estaba determinada por la forma en que se los habían inculcado sus padres, y su mundo era ese, y cuando se les presento el momento de salir de Egipto, fueron al desierto a hacer lo mismo a lo que estaban acostumbrados, y no tenían otra opción, y fue hasta cuando pasaron por un proceso de purificación de cincuenta días, que HaShem los consideró aptos para darles su voluntad expresada en la Torah, y fue hasta entonces, cuando se les presenta la posibilidad de elegir una opción diferente a la que ellos conocían. Seguir la Torah, les daría la posibilidad de ejercer su libertad, y esta libertad radicaba en elegir la verdad de HaShem o bien seguir sus caminos.
Para todos aquellos que hemos conocido la verdad de HaShem a través de su Palabra, podemos ejercer la libertad a la que hemos sido llamados, y es hasta entonces que se vuelve real lo dicho por Yehoshua Hamashiaj:
Yojanán 8:21 Dijo entonces Yehoshua’ a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.

La Torah y el Ruaj hakodesh

Los Talmidim de Yehoshua’ haMashiaj se encontraban reunidos cincuenta días después de que él, fue clavado en el madero, y se encontraban ahí por cuanto seguirían cumpliendo la voluntad de HaShem en cuanto a las festividades por Él impuestas, ese día celebrarían Shavu’ot:
Gevurot 2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos.

Los Talmidim conocían que ese día conmemoraban la entrega de la Torah, y de acuerdo a la tradición se desvelarían estudiando juntos la Torah, sin embargo ese día sería diferente a los años anteriores, HaShem destinaría ese día tan memorable para darnos una lección a la Kehilah de Yehoshua’.
Gevurot 2:2-4 De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Ruaj hakodesh y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Ruaj les daba que hablaran.

En definitiva los talmidim ya no serían los mismos, todo el conocimiento que tenían sería transformado por una nueva forma de ver las cosas de HaShem, su conocimiento intelectual sería puesto a prueba a través de una experiencia espiritual que sería innegable, por cuanto visiblemente ocurriría algo en su vida, un buen ejemplo es Simón Bar Yona -Kefá- el cual escasamente 50 días previos, en una sola noche, había tenido la osadía de apostar su palabra de que nunca se apartaría de Mashiaj, y en la misma noche lo negaría con el objeto de salvar su vida, este hombre al cual su humanidad lo traicionó en contra de sus principios, fue notoriamente transformado en el día de Shavu’ot, ¿Por qué? Este hombre que se había atrevido a negar a Mashiaj, después de la experiencia con el Ruaj Hakodesh tenía la valentía de pararse frente a más de 3000 hombres y testificar acerca de Yehoshua’ hamashiaj, y lo hizo con tal vehemencia que no le importo que lo colgaran a él también, y ahora no le interesaba que lo asociarán con aquel que había sido muerto como el “Rey de los judíos”, sino que un fuego que tenía en el interior le recordaba pasajes que había leído desde chico, que le anunciaban acerca de Aquel en el que había creído, y como si fuera el más grande orador se paraba frente a su pueblo y se los decía de memoria:
Gevurot 2:16-21 Pero esto es lo dicho por el profeta Joel: «En los postreros días -dice Elokim-, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas, en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra, sangre, fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y glorioso. Y todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo».

¿Por qué Shim’on ejercía con tal denuedo la Palabra de HaShem?
La respuesta es que el Ruaj hakodesh estaba cumpliendo el cometido que prometió Mashiaj:
Yojanán 14:23-26 Respondió Yehoshua’ y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él. El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. ″Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Pero el Consolador, el Ruaj Hakodesh, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Y no solo le recordaba algún pasaje relativo a la vivencia que les aconteció, sino que le traía a memoria pasajes que tal vez no tuvieron un significado exacto para él, sin embargo ahora a través de la experiencia de la Tevilah [inmersión] en el Ruaj kakodesh, adquirían un nuevo significado:
Gevurot 2:25-28 pues David dice de él: “Veía al Señor siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró y se gozó mi lengua, y aun mi carne descansará en esperanza, porque no dejarás mi alma en el Hades ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia”.

Ese día del Pentecostés, los talmidim tuvieron una experiencia espiritual que trascendió a la carne, y pudieron conocer al Ruaj hakodesh no nada más con el entendimiento, sino que lograron experimentarlo en su carne, y ese solo hecho fue suficiente para que como en el caso de Kefá, obtuviera algo que les había sido prometido por el mismo Mashiaj:
Gevurot 1:4 Y estando juntos, les ordenó: No salgáis de Jerusalén, sino esperad la promesa del Padre, la cual oísteis de mí, porque Yojanan ciertamente hizo inmersión con agua, pero vosotros seréis inmersos con el Ruaj Hakodesh -Espíritu Santo- dentro de no muchos días.

Y es que la promesa del Padre tenía por objeto darnos una cosa: “poder para serle testigos”.
Gevurot 1:8 pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.

Ahora bien hay algo que a mi juicio es lamentable, y es la ignorancia que veo al respecto a todo esto que sucedió y que es innegable que así fue, ya que existe y ha existido controversia al respecto de el Ruaj hakodesh, así mismo al respecto a la Tevilah o inmersión en el Ruaj Hakodesh, y por supuesto al famoso tema de el “Don de lenguas”, y todo esto se relaciona con los “Dones” espirituales, y debido a que en este espacio siempre será pequeño para exponer algo así, y si tu interés es profundizar en estos temas, te pido que te mantengas al tanto del próximo curso en el cual abordaré estos importantes temas. En este curso que próximamente estará disponible, expondré los argumentos que tengo para cada tema, dejándote la posibilidad de elegir con conocimiento de causa una postura personal. Ruego que intercedas en tefilah por este proyecto.
Mientras tanto espero que con lo expuesto surja en ti la inquietud por obtener “eso” que tuvo Shim’on bar Yonah, y de corazón te digo ¡Jag sameaj!