Resultados del «Enojo»

Se observa una petición muy particular de nuestro patriarca, una súplica que tenía ya varias exposiciones. Siempre se escuchaba la misma respuesta.
En lo personal, me deja ver la manera intensa de una relación y la comunicación.

Creo que la relación de Mosheh, nuestro maestro, es un canal muy completo. Digamos que el centro de su vida, giraba en torno a los consejos de la Voz Divina.
Algo fuera de lo común. Logró equilibrar sucesos físicos con los Divinos.
Cabe mencionar, que lo físico siempre gozó de una gran complejidad.

Gran parte de estas secciones en la Torah, hablan de ciertos errores que provocaron “incomodidad” tanto al Eterno como a Mosheh nuestro maestro.
De manera clara, el Eterno expresa Su “enojo” en contra de nosotros.

¿Alguna vez has estado enojado? ¿Recuerdas cómo te siente, por fuera y por dentro? ¿Es casi imposible controlar ese sentir que te invade el cuerpo, la mente, y diría yo, hasta los tuétanos?

Para ir afinando la concepción interior de Enojo, el siguiente texto tomado de la página “significados.com”, nos deja verlo claro.

Como enojo se denomina el sentimiento desagradable que experimentamos cuando nos sentimos contrariados o atropellados por las palabras, las acciones o las actitudes de otros.
La palabra, como tal, se deriva de la palabra “enojar”, que proviene del latín vulgar inodiāre, que significa ‘enfadar’.
El enojo, por lo general, nos predispone el ánimo contra otra persona o contra una situación específica que se nos ha vuelto desagradable o injusta.

Son externas cuando están relacionadas con situaciones que ocurren a nuestro alrededor, como un impasse con otra persona, una falta de respeto, una actitud de desobediencia, un malentendido o un error. E internas cuando las experimentamos dentro de nosotros mismos, como problemas personales, situaciones del pasado no resueltas o recuerdos desagradables de eventos traumáticos, que cuando vuelven a la memoria nos despiertan sentimientos de enojo.
“Enojo” tiene mucha relación con enfadarse.

Con esta información, el siguiente pasuk nos ayudará a adentrarnos al tema.
Devarim/Deuteronomio 4:25 cuando engendrares hijos e hijas e hijos de hijos y os envejecieres en la tierra y os corrompieres e hicieres estatuas, imagen de cualquier cosa, e hicieres el mal ante los ojos de Ado-nay tu Elokim para hacer enojarlo.

Nuestros Sabios nos regalan varias situaciones del porqué el “enojo” del Eterno. Teniendo la suficiente distancia entre un sentimiento humano y la Divinidad, los matices que se entregan, son un lente que hace converger nuestra imagen y la Divina.

Comentan que el “celo” del Eterno, como conclusión, tendría que entenderse como: “Cuidado y diligencia en el cumplimiento de un deber”.
Cuando se está “infringiendo” algo que ya es claro en todo aspecto, tiene que “salir de manera natural el enojo”, como un programa a ejecutar de manera automática, para proteger la justicia que ya está escrita.

Digamos que esta clase de enojo, protege los comandos de la Torah. Debe tener control y calidad de aplicación.
Esta clase de enojo, no tiene validez si se usa sin el sentido de la protección a la justicia. Todo aquello donde se infringe un mandamiento, provoca un enojo muy especial sobre nuestra cabeza, una infracción es igual al mal.

Devarim/Deuteronomio 9:18 Y me postré delante del Señor, como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo mal en ojos del Señor para enojarlo.

El mal es un sentido común en la infracción a una mitzvah, y de manera automáticamente se abre un programa llamado Enojo.
Pensemos en qué dimensión del enojo estamos nadando.

Este mes tan especial, es un momento de administración y pago de enojo. Nuestra historia ha sido un balance entre los grandes pagos y la redención de nuestra nación.
Devarim/Deuteronomio 31:29 Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal en ojos del Señor, enojándole con la obra de vuestras manos.

El enojo, no solo trae un pago inmediato con desastres o miedos incontrolables, también se nota, porque la obra que nuestras manos no prospera, es marchitado por el enojo. Nada que hagamos que pueda cambiar ese fracaso, hasta que reconozcamos haber infringido una mitzvah de manera artera y consiente.

De manera didáctica, el Eterno nos regala, en la transición para entender el “enojo”, un drama a vivir.
Veremos a gente “extraña” junto, o lejos de nosotros, llamándose judíos, y vistiendo como tal. Quizás, hasta tengan más afán de servicio que nosotros, eso nos hará arder la cara, el cuerpo y el alma. Duele y te enoja, entonces comprendes al Bendito Sea Su Nombre. Te da vergüenza por lo que eres, por lo que no has reconocido, sientes la vergüenza profunda y clara, logrando entender cómo te envuelve la justicia del Enojo del Eterno. ¡Bendito Sea Su Nombre!
Devarim/Deuteronomio 32:21 Ellos me despertaron a celos con lo que no es Dios; me enojaron con sus vanidades; y Yo también los despertaré su ira con un pueblo que no es pueblo, con gente vil los haré enojar.

Cuando no logras ver el enojo a tu alrededor, te confías. Parecieras tener las herramientas para resolver casi todo. Te llenas de poder obscuro y empiezas a subir de nivel de infracción. Te envuelves en lo verdaderamente malo, tu concepto del Eterno, por increíble que parezca, no desaparece, está presente, como un testigo de que, a Quien estás provocando, te está viendo.

Melajim bet/2 Reyes 21:6 Y pasó a su hijo por fuego, y miró en tiempos, y fue agorero, e instituyó pitones y adivinos, y multiplicó a hacer lo malo en ojos del Señor, para provocarlo a ira.

Conclusión

Este enojo, es uno muy especial. Cuando nos toca vivirlo, es aconsejable no apresurarse, o darle rienda suelta, para no ser presa del él.
Eclesiastés 7:9 No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque la ira reposa en el seno de los locos.

Entendamos que, “hacer enojar” al Eterno, es un programa que se desata de manera automática al infringir.
Jeremías 7:19 ¿Por ventura me provocarán ellos a ira, dijo el Señor, y no antes a ellos mismos para confusión de sus rostros?

Recordemos que cualquiera de nosotros, tiene la capacidad de “enojar” al Eterno solo basta ver qué cosas ya nos enteramos y no lo hemos hecho.
Jeremías 32:32 por toda la maldad de los hijos de Israel y de los hijos de Yehudah, que han hecho para enojarme, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, y sus profetas, y los varones de Yehudah, y los moradores de Yerushalaim.

Shabat shalom!

Deja una respuesta