Raíz extraña

Un panorama impactante entre el presente y el futuro, entre lo que no se ve y lo que se ve, entre lo que existe y lo que todavía no existe; eso es para mí Nitzabim.
Un llamado desde los tiempos antiguos para mí, para mi existencia. Un llamado muy particular, en el que agradezco me hayan tomado en cuenta.

Físicamente yo no existía, pero un pacto se llevó a cabo para los que estaban y los que no. Su Bondad va más allá de la estructura llamada cuerpo. Dinero, tiempo, linaje, y la ocupación de nuestras posibilidades no importan.
Siento que, si algún día se devaluara mi personalidad, este pasaje tiene la posibilidad de levantarme y mantenerme firme una vez más, hasta que se cumpla lo que está escrito.

Devarim/Deuteronomio 29:18 y 19 Quizá habrá entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se vuelva hoy de con el Eterno nuestro Elohim por andar a servir a los dioses de aquellas gentes: quizá habrá en vosotros raíz que eche veneno y ajenjo: Y sea, que cuando el tal oyere las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Paz habrá, aunque ande según el pensamiento de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed.

Los pasukim anteriores nos advierten de una tendencia que puede estar presente en el corazón de nuestro pueblo, en lo individual, en una familia o tribu. En esta tendencia, nuestro corazón puede no estar con el Eterno, como consecuencia de servir a la idolatría.
Todo este escenario, la Torah lo representa con la siguiente frase: “Quizás habrá entre vosotros raíz que eche veneno y ajenjo”.
¿Cómo darme cuenta de que no hay en mí esta raíz extraña? ¿Qué significa “raíz que produce veneno y ajenjo”?

En principio, hay que tratar de entender a qué se refiere la expresión “Raíz” (Shoresh). Veamos el siguiente pasuk:
Yeshaiah/Isaías 37:31 Y lo que hubiere escapado de la casa de Yehudah, tornará a echar raíz abajo, y hará fruto arriba.

Se puede entender como algo en promedio muy bajo. ¿A qué me refiero? “Quizás” exista una pequeña porción de esta raíz, incrustada en alguna parte de nuestro ser.
Quizás, ese camino de retorno nos haya dejado marcas o residuos en la inconciencia.

Imaginémonos como aquellos arboles grandes, en los que de repente, una planta parasita surge entre sus ramas o tronco.
En lo personal, siento que todo aquel que tiene atracción por algún método, no autorizado por el Eterno, para dirigirse a lo espiritual, es un claro síntoma de esta raíz. Si no la detenemos, se volverá fructífera, y los frutos irán a nuestros descendientes.

¿Cuáles serían las consecuencias para ellos? Está escrito: “Paz habrá, aunque ande según el pensamiento de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed”. En otras palabras, conseguirán un pensamiento nuevo, que dirigirá su vida hacia una destrucción lenta e intensa.

¿Qué características tiene el fruto de esa raíz?
La primera, “Veneno”. Quiere decir que es un fruto toxico, quizás letal. A veces, esta toxicidad genera alucinaciones, aparente bienestar, o incluso podría disminuir dolores intensos. En el español, usan también la expresión “hiel”. Veamos dos pasukim donde encontremos estas expresiones:

Iyob/Job 20:16 Veneno de áspides chupará: lengua de víbora le matará.

Tehilim/Salmos 69:21 Y pusieron en mi comida hiel; y en mi sed me dieron a beber vinagre.

La palabra veneno refiere algo toxico. Entre los comentarios de nuestros Sabios, dicen que alude a “faltas” que, al tener un “nuevo” pensamiento, no debieran de considerarse como tales. Veamos algunas consecuencias:
Irmeiah/Jeremías 8:14 ¿Sobre qué nos aseguramos? Juntáos y entrémos en las ciudades fuertes, y allí callaremos; porque el Eterno nuestro Elohim nos hizo callar, y nos dio a beber bebida de hiel, porque pecamos al Eterno.

Esa toxicidad nos hace perder claridad en lo que se está haciendo o diciendo.
Amós 6:12 ¿Correrán los caballos por las piedras? ¿Ararán en ellas con vacas? ¿Por qué habéis vosotros tornado el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo?

Ejercer un juicio a conveniencia, un juicio torcido, es un síntoma de esta raíz. Es un fruto. Pero, ¿qué consecuencia tendrá la persona por el veneno que está ejerciendo?
Eja/Lamentaciones 3:19 Acuérdate de mí aflicción y de mi lloro, del ajenjo y de la hiel.

¿Cuál es la última característica de este fruto?
El pasuk registra la expresión “ajenjo” (laana). Este vocablo, más que referirse a una planta, se refiere a lo amargo. ¿Qué significa?
Mishle/Proverbios 5:4 más su fin es amargo como el ajenjo, agudo como cuchillo de dos filos.

El ajenjo es la aplicación de una justicia amarga, aquella que dejan un sabor desagradable en la boca. Se pretende aplicar justicia sin verdad, con mentira, con abuso con conveniencia, despojando, amargando la vida de los demás.

Conclusión

Cuando uno deja de tener una mente judía, la cual es diseñada por la Torah, se vuelve una herramienta que devasta la justicia. Dichos actos pueden ser llevados por organismos o sistemas jurídicos competentes, pero que de manera artera, se viola la verdad.
No obstante, también se pueden llegar a tener estos síntomas de arbitrariedad en nuestros círculos sociales, de forma cotidiana. ¿Cómo? No aceptando nuestros errores, culpando a los que no tienen culpa, sacando provecho de manera indebida. Pero lo que más genera esa práctica está registrado en el siguiente pasuk:
Irmeiah/Jeremías 23:15 Por tanto, así dijo el Señor de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjo, y les haré beber aguas de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra.

Que la luz de Su Bondad ilumine nuestra mente, y así lograr ver los errores en nuestro diario proceder. Y de manera clara, detectemos si existe en nuestra vida esas raíces extrañas.

Shabat shalom veshanah tovah tikatevu umetuka!

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