Todos tenemos buenas intenciones. Queremos ayudar a quien está pasando una mala situación. Queremos ir y que nuestros vecinos hagan la voluntad del Eterno, etc.
¿Has pensado cuál es el marco de referencia para estas buenas intenciones?
Hace poco leía un artículo. En él se establece que nuestro marco de referencia se han vuelto los miles de estudios que circulan en redes sociales. «Estudio revela porqué los hombres las prefieren morenas». «Porqué debes consumir diez litros de agua». «Porqué las mujeres dejan a sus maridos», y así sucesivamente. Tal parece que ahora todos podemos ser gurús de algún tema y tener nuestros cinco minutos de fama.
Todos estamos familiarizados con la Misericordia. Es un tema básico en la forma de vida. Debemos ser misericordiosos y justos, ya que son características de nuestro Eloh-m. Todos buscamos la misericordia del Eterno en los Yamim noraim – Días terribles.
En la perashah Ki tisa – Cuando levantes, has leído un evento que indudablemente marcó nuestra historia y la relación con el Eterno. Algunos Sabios de nuestro pueblo dicen que cada judío el día de hoy sigue pagando parte del error. El pecado del becerro de oro.
Con este evento quiero mostrarte como las buenas intenciones, sin un marco de referencia correcto y completo, no son buenas. Será una lección para los diferentes aspectos de tu vida.
Shemot – Éxodo 24:12 / 15 Entonces el Eterno dijo a Mosheh: Sube a Mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles. Y se levantó Mosheh con Yehoshua’ su sharet, y Mosheh subió al monte de Eloh-m. Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aharon y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos. Entonces Mosheh subió al monte, y una nube cubrió el monte.
Moshe pide a los zekenim – ancianos que aguarden su regreso. Designa quien atenderá el despacho en su ausencia. Nota que no establece una fecha de regreso.
Cabe decir que Moshe Rabeinu – nuestro maestro ya había ascendido y descendido en otras ocasiones a la cumbre del monte.
Shemot – Éxodo 19:2 -3 Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte. Y Mosheh subió a Eloh-m; y el Eterno lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Ya’acob, y anunciarás a los hijos de Israel.
Shemot – Éxodo 19:20 – 21 Y descendió el Eterno sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó el Eterno a Mosheh a la cumbre del monte, y Mosheh subió. Y el Eterno dijo a Mosheh: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver al Señor, porque caerá multitud de ellos.
Shemot – Éxodo 24:1 – 2 Dijo el Señor a Mosheh: Sube ante Eloh-m, tú, y Aharón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. Pero Mosheh solo se acercará al Señor; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.
En este episodio, pasan días, semanas y Moshe rabeinu no desciende ni se sabe que a sido de él. No hay como comunicarse y saber si está bien, cuándo regresará, etc. Nuestro pueblo tiene que elegir una opción:
– Permanecer en el desierto
– Regresar a Egipto
– Continuar su viaje a la tierra de Cannan
La primera no es factible. No están en una ubicación geográfica que pudiera significarles un crecimiento. ¿Para qué regresar a Egipto? Seguramente no habría ni a donde regresar.
La mejor opción sería continuar su camino:
Shemot – Éxodo 3:8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
Esta fue la promesa del Eterno:
Shemot – Éxodo y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.
Shemot – Éxodo 23:20 He aquí yo envío Mi ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que Yo he preparado.
Del ángel que el Eterno proveyó a nuestro pueblo [aka Moshe Rabeinu], para ir, guardar e introducirlos en la tierra prometida, nadie sabe nada… «aparentemente». Recuerda que cuando Moshe Rabeinu asciende al monte, designa a Aharón y Hur para que atiendan las necesidades que surgieran en su ausencia. Si para nuestro pueblo era un gran pesar no saber de él, ¿acaso la primera opción no era consultarlo?
Shemot – Éxodo 32:1 Viendo el pueblo que Mosheh tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aahrón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Mosheh, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Y Aharón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aharón; y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Y viendo esto Aharón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aharón, y dijo: Mañana será fiesta para el Señor. Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.
¿Aharon haCohen acertó en atender los reclamos de la multitud?
Te invito a visitar la entrada Un aprendizaje de Aharon de lo que “No debemos hacer” dictada por Rab Mijael Avila Shlita.
Shemot – Éxodo 23:20 He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.
Nuestro pueblo hace algo correcto. Se acerca a la autoridad designada. Con buena intención le pide a Aharón haCohen que les haga elohim – dioses para ir delante de ellos. Después de todo el Eterno dijo que les pondría un ángel.
Parece que para nuestro pueblo un malaj y elohim son la misma figura. Piden a Aharon haCohen un reemplazo del malaj prometido por el Eterno. Aharon, con la buena intención de mantener contento al pueblo, les hace un becerro de oro.
Shemot – Éxodo 20:3 No tendrás elohim ajenos delante de Mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque Yo Soy el Señor tu Eloh-m, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.
Aharon haCohen y nuestro pueblo sabían que el Eterno prohibió tener elohim ajenos. Sin embargo, alteraron su marco de referencia con sus «buenas intenciones». Ayudaron al Eterno a proveerles un malaj/elohim.
Shemot – Éxodo 32:5 – 6 Y viendo esto Aharón, edificó un mizbeaj delante del becerro; y pregonó Aharón, y dijo: Mañana será jag laAdon-i. Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron olot, y presentaron shelamim; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.
Aharón toma su marco de referencia. Construye un altar – mizbeaj y realiza una jag al Eterno. Consideró correcto desoir al Eterno.
Shemot – Éxodo 24:3 – 6 Y Mosheh vino y contó al pueblo todas las palabras del Eterno, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que el Eterno ha dicho. Y Mosheh escribió todas las palabras del Señor, y levantándose de mañana edificó un mizbeaj al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron olot y becerros como shelamim al Eterno. Y Mosheh tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.
Cuarenta días antes, Mosheh rabénu le dio a Aharon y al pueblo un marco de referencia. Construye un Mizbeaj, ofrece olot – ofrendas de fuego y shelamim – ofrendas de paz. Te invito a buscar en la pagina www.bethaderej.com cuál es el significado de este tipo de ofrendas y cuándo se llevan a cabo.
Con el Becerro de oro se hace algo similar. Ambas ceremonias lucen iguales, hay un Mizbeaj, olot y shelamim. Consideraron estar haciendo lo correcto. Comen y beben.
Hasta aquí todo parece indicar que son buenas las intenciones de nuestro pueblo. Después de todo, en su lógica, ¿qué tiene de malo hacer lo que ya se hizo antes?
Shemot – Éxodo 32:7-10 Entonces habló el Eterno a Mosheh, y dijo: «¡Anda, baja! Porque tu pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto, ha pecado. Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: “Este es tu elohim, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto.Y dijo el Eterno a Mosheh: Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Déjame ahora que se encienda Mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré un gran pueblo.
Ponte en los zapatos de nuestro pueblo. Pregúntate: ¿Qué está mal en este marco de referencia? Si sus intenciones y obras son buenas, ¿por qué el Eterno los quiere destruir?
La buena práctica está en el fin de las buenas intenciones sumado al marco de referencia. El problema está en como hicieron uso de este último. Nuestro pueblo se extravía de tal manera que disfrutan del jolgorio:
Shemot – Éxodo 32:6 Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y «disfruta del jolgorio» (se levantó a regocijarse).
¿Acaso estaba mal disfrutar?
Lo que comenzó como una fiesta, terminó en la representación del estado de nuestro pueblo. Aunque la celebración del becerro de oro inicia con un buen marco de referencia y buenas intenciones, termina en algo que se sale de control. El marco de referencia no estaba completo.
Shemot – Exodo 20:1 Y habló Eloh-m todas estas palabras, diciendo: Yo soy el Señor tu Elohe, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás elohim ajenos delante de Mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque Yo Soy el Eterno tu Elohe, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.
Pareciera que Aharon haCohen y nuestro pueblo omiten esta parte. Al no estar completos sus buenas intenciones son solo eso, buenas intenciones. No tienen un buen fin.
Aun tiene tal nivel de esclavitud, que nuestro pueblo abrazan lo aprendido en egipto. A pesar de ver tantos hechos portentosos, ver el Brazo extendido del Eterno, necesitan un representación física a la cual subyugar su cuello.
Shemot – Exodo 33:1-3 El Señor dijo a Mosheh: Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, Itzjac y Ya’acob, diciendo: A tu descendencia la daré; y Yo enviaré delante de ti el malaj, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo (a la tierra que fluye leche y miel); pero Yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.
Somos un pueblo de dura cerviz. Como dice el dicho popular: “El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”.
Disponiendo de diferentes herramientas que han mostrado una efectividad abrazas el lastre de tus antepasados, saboteando tu propio potencial.
¿Qué es la dureza de cerviz? Nuestro cuello es la cerviz. Es decir, no dejas que el yugo del Eterno esté sobre ti. No te dejas guiar por Él, por lo que tus buenas intenciones pueden no estar de acuerdo a lo que Eterno ha ordenado:
Ma’ase hashaliajim – Hechos 7:50-51 ¿No hizo mi mano todas estas cosas? !!Tercos, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
Concluyendo, hasta aquí te he mostrado cómo es posible experimentar en cabeza ajena. Mide tus buenas intenciones con un marco de referencia completo. No te quedes con tus percepciones. Que cuando nazca en tu corazón relizar algo, estés seguro de que no contravenga alguna reglamentación dada por el Eterno a sus hijos. Que no te suceda como ‘Am Israel – el pueblo de Israel. No vuelvas a tus viejos caminos. Sigue los del Eterno.
En diferentes eventos registrados en el Tanaj, las buenas intenciones con un buen y completo marco de referencia, agradaban al Eterno.
Has uso de las herramientas que se te han proporcionado. Deja el lastre de tus ancestros. Permite que el Eterno sea quien guíe tus buenas intenciones.
Matitiahu – Mateo 11:28-30 Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; = y hallaréis descanso para vuestras almas. = Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.
Shemot – Éxodo 34:6-9 El Señor pasó por delante de él y exclamó: Adon-i, Adon-i, El Misericordioso y Clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad, que mantiene Su amor por millares, que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la iniquidad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación. Al instante, Mosheh cayó en tierra de rodillas y se postró, diciendo: Si en verdad he hallado gracia a tus ojos, oh Señor, dígnese mi Señor venir en medio de nosotros, aunque sea un pueblo de dura cerviz; perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y recíbenos por herencia tuya.
¿Hasta cuando vas a sufrir por tu dura cerviz?
Shabat shalom!
