La mujer, el hombre y las promesas

Sin duda, el tema que abre esta perashah puede causar algo de polémica. En particular, con el público femenino.
HaShem da los estatutos, respecto a las promesas que una persona puede autoimponerse.
Bamidbar [Núm] 30:3 (2) Si un hombre hace un voto a HaShem, o hace un juramento para imponerse una obligación, no faltará a su palabra; hará conforme a todo lo que salga de su boca.

Sin embargo, y aquí comienza lo interesante, para la mujer no es del todo así. La Torah da tres casos, donde sus palabras parecieran no tener peso.

1ro – Bamidbar [Núm] 30:4-5 (3-4) Asimismo, si una mujer hace un voto a HaShem, y se impone una obligación en su juventud estando en casa de su padre, y su padre escucha su voto y la obligación que se ha impuesto, y su padre no le dice nada, entonces todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación que se ha impuesto será firme.

2do – Bamidbar [Núm] 30:7-8 (6-7) Mas si se casa mientras está bajo sus votos o bajo la declaración imprudente de sus labios con que se ha atado, y su marido se entera de ello y no le dice nada el día en que lo oye, entonces su voto permanecerá firme, y las obligaciones que se ha impuesto, serán firmes.

3ro – Bamidbar [Núm] 30:11-12 (10-11) Sin embargo, si hizo el voto en casa de su marido, o se impuso una obligación por juramento, y su marido lo oyó, pero no le dijo nada y no se lo prohibió, entonces sus votos serán firmes, y toda obligación que se impuso será firme.

Como mujer, ¿qué impresión te deja?
Este, y otros episodios a lo largo de la Torah, pueden dar a pensar que la mujer vale menos que un hombre. Por supuesto que no es así. Basta con prestar atención a los detalles, y darse cuenta de ello.
En los versos anteriores, hay algo en común. Y te adelanto, no es la mujer. Entonces, ¿qué es?
Se refleja el papel de una autoridad.

1ro – Un padre sobre su hija
Rabenu Bajya comenta que esto hace referencia a una mujer joven que se encuentra entre los 11 y 12 años. En tal caso, su padre examina sus votos para saber si ella entiende lo que implican. Si lo hace, debe cumplirlos. De lo contrario, su padre los anula.
Por lo que, los votos de una joven mayor de 12 años son legalmente válidos, aún si no comprende del todo a quién hace tales compromisos [Maimonides, Hiljot Nedarim 11:1-3].
La pauta para esto es la ceremonia de Bat mitzvah, donde se enseña que la niña alcanza cierta madurez y cierta responsabilidad. De ahí que el padre bendiga: “Bendito […] Quien ha removido mi responsabilidad por el castigo de esta [mujer]”.

2do – Una mujer que recién se casó, y tiene votos hechos estando soltera
Significa que ella había hecho los votos en la casa de su padre, y él no los escuchó, por lo que no fueron anulados ni confirmados en el momento de su compromiso [Sifrei Bamidbar 153:7].
Por ello, se comenta que este verso hace referencia una mujer que comprometida legalmente [Arusah], pero que aun no se ha mudado con su esposo.
Cuando ella declare los votos hechos a su esposo, él puede anularlos si interfieren con su calidad de vida [Rashbam, Bamidbar 30:11:1].

3ro – Una mujer ya casada
Una Nesuah que está completamente bajo la jurisdicción de su esposo [Siftei Jajamim, Bamidbar 30:11:1].

¿Por qué la mujer pareciera no tener decisión aquí?
Primero, quita esa idea de tu cabeza. Lo que se debería de notar es una muestra de amor. Tal como lo comenta Rashbam [z”l], la anulación de votos o promesas, es sobre aquellos que pueden afectar a la persona o su relación con los demás, en este caso padres y esposo.

¿Qué más puede enseñarme esto?
El pueblo de Israel es comparado con una mujer. Desde esa perspectiva, el pueblo puede ser hija y esposa de HaShem.
Ahí, cuando hago un voto, y no estoy en condiciones de cumplirlo, HaShem tiene la autoridad para cancelarlo. ¿De qué manera? A través de Su Torah. Y para que suceda, debo verlo en lo individual.

Los Maestros enseñan que el ser humano tiene una parte masculina y una femenina. En el cuerpo, se representan por el lado derecho e izquierdo respectivamente.
En esa misma sintonía, y teniendo como base las Sefirot, en la cabeza de las personas se encuentra del lado derecho la Jojmah/Sabiduría [atributo masculino], y en el izquierdo la Binah/Entendimiento [atributo femenino].

La Binah suele ser relacionada con el análisis y el razonamiento, cosas que se reflejan más en la mujer que en el hombre.
Siguiendo con la analogía, mi lado femenino puede llevarme a hacer una promesa o voto. Ese entendimiento, me da la pauta para creer que tengo la capacidad de cumplir cualquier cosa, en ocasiones, sin mediar lo que esté de por medio.
Similar a lo que sucede con algunas mujeres. Suelen atribuirse responsabilidades que no les competen. Si bien son capaces de hacerlo, no es del todo correcto.

En ese punto debe entrar el lado masculino, la Jojmah. En este caso, estaría fungiendo como la autoridad, con el derecho de anular un voto que me afecte o no tenga la capacidad de cumplir.
Debo ser sabio. Tengo que saber aplicar mi conocimiento para poner las cosas en su justa dimensión. Eso implica medir mis palabras, saber de lo que soy capaz; por supuesto, conocerme.
De lo contrario, caeré en el error.
Debarim [Dt] 23:21 Cuando hagas un voto a HaShem tu Elokim, no tardarás en pagarlo, porque HaShem tu Elokim ciertamente te lo reclamará, y sería pecado en ti.

Aquí se podría incluir el tema de las emociones y el control sobre ellas. Ya que, el no hacerlo, trastoca mi entendimiento. Y lo que salga de mi boca en ese instante, me atará. Debo tener cuidado.
Mishle [Pro] 20:25 Lazo es al hombre el devorar lo santo; y reflexionar después de haber hecho los votos.

Un claro ejemplo está en el Brit jadashah. En el capítulo 5 de Maase hashaliajim [Hechos], Ananías y su esposa Safira venden una propiedad, con el propósito de entregar el precio a los Shaliajim. Más cuando llevaron el dinero, se quedaron con una parte.
Kefa le explicó que el daño no era contra los hombres, sino contra Elokim, por lo que ambos murieron.

Hacer un voto con HaShem a la ligera, tiene sus consecuencias. Debo actuar con responsabilidad. Un dicho popular reza: “Entre el dicho al hecho, hay mucho trecho”. Eso tengo que meditar al prometer algo. Suena bonito decirlo, pero lo importante es hacerlo. Si no tengo la capacidad, física, económica, o lo que se necesite, es mejor callar.
Kohelet [Ecl] 5:4 Cuando haces un voto a Elokim, no tardes en cumplirlo, porque Él no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo. Es mejor que no hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas.

Como esta perashah lo muestra, la mujer [en ciertos casos] tiene la bendición de contar con alguien que le cancele una promesa exagerada. Para el hombre es más difícil, pues no puede hacerlo.
Pero gracias a esa dualidad que existe en mí, y a los Sabios [las Autoridades] que, con su estudio de Torah, me dan consejo y enseñanza, ayudan a que el entendimiento y la sabiduría medien en mí, para actuar de la mejor manera.

Jazak, jazak, venitjazek!

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