Ingredientes del Clamor

Esta perasha se enlaza con el momento que vivimos como pueblo durante el mes de Elul, donde la lista de los perdones está frente a nuestros ojos. Pero, quizás, muy lejos de nuestro corazón.
No solo el mes de Elul está ahí, también nos acompaña en nuestro entorno, un “virus” complejo.
Devarim/Deuteronomio 26:7 Y clamamos a Ado-nai Elokim de nuestros padres, y escucho Ado-nai nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo, y nuestra opresión.

Logramos ver que el acto de “clamar”, tiene como virtud que se logre “escuchar” nuestra voz.
No se refiere a la frecuencia (sonido), ese clamor, si está bien realizado, tiene la capacidad de llegar al lugar indicado; de lo contrario, será un simple sonido en el desierto.
Otro aspecto es que, “la problemática que estamos viviendo”, en principio es clara y, por decirlo así, vivimos algo “injusto”, o al menos, un momento extremo que raya en la opresión.
Además, estamos cumpliendo una tarea asignada, aun con varios factores en contra.
Por último, vivimos una situación restringida, pero seguimos de pie.

Como ven, esta herramienta trae un beneficio muy grande. La palabra “clamamos” se utiliza en este mes tan especial. El diccionario nos va a dar un panorama para tener un principio de búsqueda.
Clamor: Conjunto de voces y gritos proferidos con vehemencia por una multitud, en especial para quejarse de algo, pedir algo o aclamar a alguien.

La palabra “conjunto” me llamó la atención, y pareciera que solo se aplica en multitud.
Nuestro pueblo, en tiempos de la opresión egipcia, debió tener este contexto. Pareciera que este mes , de manera didáctica, le dice a nuestro pueblo que debe clamar, pedir disculpas o perdones. Nuestras plegarias, en el día a día del mes, debiesen de ser abundantes, debieran de ser consideradas como una multitud.

Retomando la palabra “conjunto”, es interesante como, en la traducción de un pasuk, la expresión “clamar” toma otra dirección.
Shoftim/Jueces 10:17 Y juntándose los hijos de Amón, asentaron campamento en Galaad; se juntaron asimismo los hijos de Israel, y asentaron su campamento en Mizpa.

Si observan, en la traducción no aparece ninguna palabra que nos lleve a la concepto de “clamar”. De manera “extraña”, aparece en la expresión “juntándose”. A la verdad, no tiene nada de extraño, es la Torah en su libertad para mostrar un panorama más allá de lo convencional.

Tomando todo lo anterior, me atrevo a expresar, con la disculpa pertinente a los que se vean afectados, que un clamor tiene que “reunir” ciertas características para activarse de forma efectiva. En sí, tiene un poder bastante desconocido.
En este pasuk, la problemática, la angustia, la injusticia estaba presente y un solo hombre utilizó esta herramienta, esperando que se resolviera de manera rápida.
Shemot/Éxodo 14:15 dijo Ado-nai a Mosheh: ¿Qué clamas hacia Mí? Di a los hijos de Israel que marchen.

Es impresionante el comentario que nuestros Sabios dejan escrito, una verdadera joya para disfrutar. Pareciera que el pasuk da a entender que el clamor de Mosheh no fuera necesario. Explica esta joya, que el pueblo ya había estado clamando, registro que existe en los pesukim anteriores.
La “herramienta” en multitud del clamor, estaba funcionando, Mosheh solo debía tener una solución, una ruta de escape, ruta que no podía ver a simple vista, tuvo El Eterno que mostrárselo.

¿Cómo reunir, juntar o convocar esos ingredientes para llevar a cabo un clamor?
Bereshit/Génesis 4:10 Y Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a Mí desde la tierra.
Para clamar, debe existir de forma consiente, un momento de injusticia en tu vida.

Aquí otro ingrediente:
Bereshit/Génesis 27:34 Cuando Esav oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo a su padre: Bendíceme también a mí, padre mío.
Detectas y estás consciente, lo necesitas, te hace falta, como si te lo hubieran quitado.

Uno más:
Shemot/Éxodo 14:10 Y cuando el Faraón llegó, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí los egipcios que venían tras ellos; y temieron en gran manera, y clamaron los hijos de Israel al SEÑOR.
Debes tener presente la situación externa que te está afectando, la cual es más grande que tú, no la puedes detener ni controlar, y está apunto de exterminarte.

La Torah, aún tiene un sinfín de joyas en este apartado, respecto a la expresión “Clamar”, espero que otros tengan el favor del Eterno para continuar.

Conclusión

Al juntar o convocar estos ingredientes en un “clamor”, debes estar dispuesto a que suceda algo extraordinario, algo que no precise de explicación. La respuesta a un clamor es impresionante, tienes que vivirlo. Clamar no es solo llorar o gritar, es un conjunto de requisitos que te llevan más allá de una respuesta común.

Shabat shalom!

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