El Voto

Tribus-Jornadas
28 de Tamuz de 5764
17 de julio del 2004
Bamidbar / Números 30:2-36:13

 

 

 

Rav Mijael Avila «Shlita»
Sinagogas Bet HaDerej

Rav Mijael Avila «Shlita»
Sinagogas Bet HaDerej
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Introducción
Matot
Números 30:2 Y habló Moisés a los cabezas de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el Eterno ha ordenado:

Bamidbar 30:2 Vayedaber Moshé el-rashey hamatot livney Yisra’el lemor zeh hadavar asher tsivah Adonay.

Masey
Números 33:1 Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de Egipto por sus huestes, por medio de Moisés y Aarón.

Bamidbar 33:1 Eleh mas’ey beney Yisrael asher yats’u me’erets Mitsrayim letsiv’otam beyad-Moshé ve’Aharon.

El capítulo 30 de esta porción semanal habla de una práctica que resulta muy humana: los votos que desde siempre han existido y han demostrado lo frágil de un compromiso que establece el hombre cuando no está verdaderamente considerando la magnitud de aquel, y a su vez, la firmeza que a todo hombre nos debería de caracterizar: cumplir nuestra palabra y realizar lo dicho por nuestra boca. Realizar votos es parte de nuestro ímpetu humano, es trascendental que los estudiemos para no enlazarnos absurdamente con los dichos de nuestra boca.

 

 

Temas de la Perashát

Primera alía (30:2-31:12)

Las leyes acerca de los nedarim -votos-. La guerra contra Madian. Matan a los cinco reyes de Madian y a Bilam. Destruyen todas las ciudades.
Segunda alía (31:12-31:54)

Moshé reprende a los oficiales que salieron a la guerra por haber dejado con vida a las mujeres de Madian, intentó Madian destruir a Israel a través de ellas. La purificación de todos los utensilios del botín de guerra. Reparto del botín. Las ofrendas de los jefes de tropas por haber terminado sin víctimas la guerra en el ejército para expiación.
Tercera alía (32:1-32:38)

Los hijos de Reubén y Gad piden Yacer y Galaad, al este del río Jordán, como heredad para ellos. Los hijos de Reubén y Gad prometen ir con sus hermanos y pasar el Jordán e ir a la batalla con sus hermanos y así ayudar a la conquista, además de no regresar hasta que hayan tomado cada uno su heredad
Cuarta alía (32:39-33:49)

Moshé acepta la petición de las dos tribus con la condición de que cumplan con la promesa. Ordena a Elhazar y Yehoshúa -Josué- certificar que sea cumplida o de lo contrario, tendrán las dos tribus que vivir en Eretz Y’srael. Resumen de los cuarenta años que el pueblo deambuló por el desierto.
Quinta alía (33:50-34:15)

El Eterno explica la manera en que debe hacerse la conquista de la tierra de Yisrael ordenando expulsar a todos los habitantes y destruir a los ídolos. Determina los límites de la tierra de Eretz Yisrael.
Sexta alía (34:16-35:8)

Ciudades para los Leviím, la tribu de Leví no recibe una porción de la tierra como herencia, es por eso una mitzvá -mandato- dar a los Leviím ciudades para morar en ellas y en sus alrededores. Total: 48 ciudades.
Séptima alía (35:9-36:13)

Moshé acepta la promesa de los hijos de Reubén y Gad. La tierra sería de ellos si subiesen con sus hermanos a Jordán, si no habrán pecado en contra del Eterno. Los hijos de Reubén y Gad construyen plazas fuertes para sus ganados e hijos en Galaad. Las hijas de Zelofehad hicieron lo que Moshé mandó y se casaron en la familia de los hijos de Manasés, hijo de José; y la heredad de ellas quedó en la tribu de la familia de su padre.

 

 

 

Enseñanza

El Voto

La perashát comienza como hemos visto con el siguiente pasuk -versículo-:

Números 30:2 Cuando alguno hiciere voto a Hashem, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.
Lo que estudiaremos en esta semana es precisamente la palabra: «voto«, que en hebreo es el vocablo: Nadar. Esta palabra es un verbo y su sustantivo es la palabra: Neder, se pronuncia: nedarim en plural. Comencemos a repasarlo.
El votoNeder, como lo comenté al principio, es parte de la naturaleza humana, y como tal, Hashem lo tuvo que legislar precisamente en este capítulo 30. ¿Qué es un voto? En esencia es un compromiso que establece el hombre mediante un dicho de su boca.
Un Neder podía llevarlo a cabo el hombre hacia Hashem, tal y como lo hemos leído en Números 30:2, también un Neder era hecho para cualquier otro falso dios de la tierra. ¿Recuerdas en el libro de Yirmiyaju -Jeremías- cuando nuestro pueblo cometió el error de ofrecer tortas amasadas, incienso y libaciones a la reina del cielo?:

Jeremías 44:25 Así ha hablado Hashem de los ejércitos, Elohym de Israel, diciendo: Vosotros y vuestras mujeres hablasteis con vuestras bocas, y con vuestras manos lo ejecutasteis, diciendo: Cumpliremos efectivamente nuestros votos que hicimos, de ofrecer incienso a la reina del cielo y derramarle libaciones; confirmáis a la verdad vuestros votos, y ponéis vuestros votos por obra.
Este versículo confirma el hecho de que todo NederVoto debía hacerse con la boca y establecer un compromiso que se llevaría a cabo en un futuro.
El Voto Antes de la Toráh

Yitzjak -Isaac- como recordarás, tuvo dos hijos: Yaacob -Jacob- y Esav -Esaú- y previo a que partiera con Hashem debía bendecirlos, primero a su primogénito y después al siguiente, Yaacob usurpó en este evento el lugar de su hermano el primogénito llevándose la bendición. Este hecho sirvió para que Esav aborreciera a su hermano e incluso pensara en asesinarlo:

Génesis 27:34 Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob.
Llama mi atención que el trabajo realizado por Yitzjak en la relación de sus hijos con Hashem no fue del todo correcto, nos podemos dar cuenta en el contexto que Yaacob estaba lejos de creer en Hashem, y más aún de entregarle su vida, también me habla este pasaje de la promesa de ser salvos nosotros y nuestra casa, porque a pesar de que aun cuando Yitzjak muere, Yaacob vendría a creer en Hashem como lo veremos a continuación.
Yaacob huiría a Padan Aram siguiendo el consejo de sus padres de no tomar para sí mujer entre las hijas de Canáan, situación que Esav aprovechó para hacer lo contrario. Yaacob antes de llegar a su destino tuvo un encuentro con Hashem:

Génesis 28:10 Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. 11 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. 12 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Elohym que subían y descendían por ella. 13 Y he aquí, Hashem estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Hashem, el Elohym de Abraham tu padre, y el Elohym de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. 15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. 16 Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Hashem está en este lugar, y yo no lo sabía. 17 Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Elohym, y puerta del cielo.
Fue necesario que Hashem se presentara en sueños con él como el Elohym de su padre y así mismo confirmar que la tierra donde él estaba se la daría por heredad, es habitual en el hombre que una vez que acontece un evento sobrenatural tenga miedo. Verso 17: «Y tuvo miedo…», si eres un creyente y ha habido veces que has experimentado miedo en algunas cosas de Hashem date cuenta que es perfectamente normal.
Aun después de que Hashem se le presentó en sueños y habló con él, no le bastó a Yaacob sino que se decidió a probarlo realizando un voto:

Génesis 28: 18 Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella. 19 Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero. 20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Elohym conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Hashem será mi Elohym. 22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Elohym; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
Yaacob hizo un Nadar de que Hashem sería su Elohym, siempre y cuando lo acompañara durante el viaje y lo hiciera regresar con bien a casa de su padre. Date cuenta que los votos aun antes de que la Toráh los legislara ya existían, y por cuanto existían, fue necesario que Hashem estableciera la reglamentación al respecto.
Hasta aquí, tal vez no podrías estar seguro de que Hashem aprobó ese voto, tenemos a las Sagradas Escrituras para comprobar los hechos y que no nos deje lugar a dudas, más adelante Hashem lo rememora:

Génesis 31:13 Yo soy el Elohym de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.

 

 

Reglamentaciones del Voto:

Regresemos al capítulo 30 para comprender un poco más al respecto.
Primera Regla: de todo lo que salió de la boca, cumplirá con su obligación no quebrantando su palabra:

Números 30:2 Cuando alguno hiciere voto a Hashem, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca
La palabra hebrea utilizada aquí para «quebrantar» es: Jalal, se traduce como:profanar, ensuciar, romper, e incluso prostituir. Date cuenta que cuando uno establece un compromiso con Hashem o con el hombre, al violarlo estamos ensuciando nuestro propio nombre.
Segunda Regla: si una mujer es soltera y realiza un voto y su padre la oye y calla, ésta deberá cumplir su voto:

Números 30:3 Mas la mujer, cuando hiciere voto a Hashem, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud; 4 si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
Tercera Regla: si la mujer soltera realiza un voto y su padre la oye puede vedar el voto si no lo considera apropiado:

Números 30:5 Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus obligaciones con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y Hashem la perdonará, por cuanto su padre se lo vedó.
Cuarta Regla: si una mujer es casada y realiza un voto y si su esposo la oye y calla, ésta deberá cumplir su voto:

Números 30:6 Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma; 7 si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será.
Quinta Regla: si una mujer casada realiza un voto y su esposo la oye, éste puede vedar su voto si no lo considera apropiado:

Números 30:8 Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y Hashem la perdonará.
Es necesario aclarar que esto podría parecer machista a los ojos de algunas mujeres; sin embargo, debemos conocer que Hashem lo único que establece es un orden, este orden indica que mientras la mujer está soltera su autoridad es su padre y en el caso de una mujer casada la autoridad está en el marido. Esto no hace mejores a los hombres ni inferiores a las mujeres, sino que sencillamente es un orden, al igual que en una empresa hay un director general, o en un equipo deportivo un entrenador, o en un aula un maestro en la familia también debe existir ese orden de autoridad. Detrás de este orden debemos conocer que quien más autoridad tenga, tiene más responsabilidades, y mientras menos autoridad menos responsabilidades.
No entender lo anterior lleva a muchos hombres a utilizar las Escrituras para su conveniencia, sí desean la autoridad pero no la responsabilidad, es ahí donde la mujer verdaderamente es agraviada pues lleva las cargas que el marido debería de llevar y eso, no es lo correcto.
La responsabilidad que conlleva vedar un voto ya sea a la esposa o a la hija, la consecuencia siempre será para el hombre; es decir, no podemos vedar algo como habitualmente se estila: «Por que así lo digo yo», sino que el esposo o el padre deberán tener siempre muy buenos argumentos para hacerlo, será egoísta si se veda sólo porque al hombre no le conviene, sino que detrás de esos argumentos antes que todo se deberá ver por el bienestar común y nunca por el individual.

Sexta regla: toda mujer viuda o repudiada, su voto será firme:

Números 30: 9 Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma, será firme.
Esta sexta regla ilustra lo justo de Hashem, la mujer al no tener marido, ella será la máxima autoridad en ausencia de éste y nadie estará sobre ella, ni siquiera sus padres. Esto es importante en nuestros días para las mujeres que están divorciadas a las que en nuestra cultura se ven obligadas a regresar a casa de sus padres y después sienten una culpabilidad terrible, pues ellas desean hacer una cosa y su padres quieren obligarlas a otra. Si eres una mujer divorciada, no sientas culpa, la que manda eres tú, y quien decide sobre tus hijos igualmente eres tú; obviamente esto en un marco de respeto a tus padres sobre todo si económicamente no eres autosuficiente; pero detrás de esta autoridad que tienes, debes buscar cumplir con tus responsabilidades cuanto antes y una que debe tener prioridad es: el buscar la independencia de tus padres en todos los aspectos.
Los compromisos a Hashem se legislan hasta esta sexta regla, la siguiente regla serán votos que no necesariamente se han realizado a Hashem; es decir, compromisos o votos que se realizan con otra índole.
Séptima regla: toda mujer que establece un voto o compromiso de cualquier índole, su marido podrá vedarla o callar y ella en este caso deberá cumplirlo:

Números 30:10 Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento, 11 si su marido oyó, y calló a ello y no le vedó, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
Esta regla no es precisamente un voto compromiso a Hashem, sino que es un compromiso de otra índole; por ejemplo, el hecho de que la mamá del marido le pide ayuda a su nuera para realizar determinada tarea y la mujer al sentirse comprometida asiente, detrás de que el marido calle, conllevará en sí mismo la responsabilidad de tal decisión, y si debe cuidar a los hijos mientras la esposa realiza la tarea, serán responsabilidad del varón, así como todo lo que conlleve la ausencia de su mujer, porque la responsabilidad es primariamente de él. Por lo tanto todo compromiso que la mujer haga y que el marido apruebe, las consecuencias del tal voto serán responsabilidad de él.

Características Adicionales del Voto:

Un marido o padre, solamente podría anular un voto el mismo día que se había comprometido:

Números 30:12 Mas si su marido los anuló el día que los oyó, todo lo que salió de sus labios cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y Hashem la perdonará.
Todo voto de aflicción del alma, el marido lo deberá confirmar o anular:

Números 30:13 Todo voto, y todo juramento obligándose a afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará.
Una de las aflicciones del alma mas claras es: el ayuno, otra por supuesto es: la abstención a las relaciones maritales, tal y como el rabino Shaúl -Pablo- escribió:

1 Corintios 7:5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. ¿De dónde dedujo rabí Shaul tal encomienda?, por supuesto de su amplio conocimiento del judaísmo.
Este entendimiento está de la mano con el conocimiento de la potestad del cuerpo de cada uno de los cónyuges:

1 Corintios 7: 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
Si el marido no vedó el voto el día que lo hizo y después de transcurridos los días lo desea vedar, será un pecado para él:

Números 30:14 Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; los confirmó, por cuanto calló a ello el día que lo oyó. 15 Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él llevará el pecado de ella.
Lo que conlleva en sí mismo esta característica, es que si ha transcurrido un día después de establecido un voto compromiso, la contraparte lo toma como un compromiso confirmado. Esto es importante entenderlo, pues si el marido en su momento calló, como habitualmente sucede, y no dijo nada, y después le dice a la pobre mujer que lo cancele o mas aún, va a estar de malas cuando ella lo lleve a cabo, el hombre debe estar consciente que es su responsabilidad y por lo tanto debe cumplirlo con agrado.

Conclusión
Sólo dos recomendaciones finales:

1a. Recomendación:

Los votos son un compromiso que se confirma con la boca de cada uno y como tal debemos cumplirlos, no hay cosa mas fácil que hacer un voto, es decir, hacer un compromiso; sin embargo lo difícil es cumplirlo, verdaderamente debemos considerar en la medida de lo posible, abstenernos de hacerlos, y para ello les voy a dar un tip: ¿Cuándo el hombre habitualmente comete el error de hacer un voto?, cuando está en necesidad. ¿Recuerdas el caso de Yona -Jonás-?, él estuvo a punto de hacer que la embarcación donde estaba sucumbiera; sin embargo, decidieron arrojarlo al mar y los hombres no se conformaron, sino que además hicieron voto:

Jonás 1:16 Y temieron aquellos hombres a Hashem con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Hashem, e hicieron votos.
Así que cuando más nos debemos de cuidar de hacer voto, es en momento de necesidad o de aflicción.

2ª. Recomendación:

El libro de Cohelet -Eclesiastés- nos da la pauta de la forma de comportamiento cuando estemos delante de la presencia de Hashem:

Eclesiastés 5:1 Cuando fueres a la casa de Elohym, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. 2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Elohym; porque Elohym está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. 3 Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio. 4 Cuando a Elohym haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. 5Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.


Así que es mejor guardar nuestra boca de hacer compromisos, tanto a los hombres como al Eterno. Haciendo así, nunca quedaremos mal.

¡Shabath Shalom!

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