El extranjero, la puerta y la Torah

Ki tavo suele traducirse como: “Cuando entres”. En lo personal me gusta más: “Cuando vengas”. Esto refuerza una idea que nace en la porción anterior “Ki tetze/Cuando salgas”.
¿De dónde ha salido el judío? De su tierra. ¿Por qué? Para vivir el exilio.
¿Acaso estás dos porciones pudieran pudieran verse de esta forma. El exilio y el maravilloso regreso a la tierra que HaShem entregó en heredad?

Hacer ‘aliah [ascensión] o pisar tierra de Israel es algo que gran parte del pueblo exiliado desea hacer. Por su parte hay quienes no. Se suele pensar: “Aun falta mucho para que suceda. Además, hoy no puedo volver a la tierra de Israel. ¿Para qué? La Torah no se practica. No hay Mashiaj. No hay Bet haMikdash. Hay diferentes ideologías”.
Si bien lo anterior tiene un dejo de razón, y antes de que tu cabeza siga dando excusas para no volver, pregúntate: ¿Por qué se atraviesan tantos pretextos para hacerlo?

Reflexiona. El hecho de estar en tierra de Israel, no significa que te vas a mezclar con ese entorno actual. No te vas a pelear por expulsar todo lo que consideres incorrecto. Significa volver y habitar una tierra sagrada. Ver cumplida la promesa que HaShem juró a tus padres.
Si a pesar de todo, eres de los que desea volver cuando el Mashiaj, la Torah y el Bet haMikdash estén en su máximo esplendor, te hago otra pregunta: ¿Qué haces hoy para provocarlo?

Considera que el judío es una puerta para todos aquellos que deseen conocer y amar a HaShem de todo corazón.
Iehudi se desprende de Iehudah [tribu importante en el pueblo]. En la palabra Iehudah está intrínseco el Nombre Divino: יהו ﬢ ה. Tan solo se agrega la Dalet/ד, que representa una Puerta/Delet.
Sí me digno llamar iehudi, también debo ser esa puerta.

¿Por qué debería ser una puerta para las personas?
Por lo comentado con antelación. Para que se acerque cada vez más el Gran Shabat. Ese séptimo día que el pueblo ha esperado desde hace tiempo.
¿Por qué?
En medida de que sirvas como puerta, el extranjero podrá acercarse al Creador.
Tal vez pienses: “¿Y? Qué me importa que los de afuera se acerquen y entren”.
De ser así, considera la 4a declaración en los ‘Aseret hadibrot: Shemot [Éx] 20:8-10 Acuérdate del día de Shabat para consagrarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra; mas el séptimo día es Shabat para HaShem tu Elokim; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.

Los Maestros enseñan que cada uno de los mencionados para descansar, representan los 7 días del mundo. El extranjero es el 7° / Shabat. Por lo que una de las formas de provocar que el Shabat hagadol llegue, es permitir que aquellos extranjeros que de corazón buscan, entren, conozcan y amen al Único y Verdadero HaShem.
Ahora cabe cuestionarse: ¿Las personas han entrado a través mío?

Para mostrar esa puerta a las naciones, presta atención a lo que HaShem le pide al pueblo en esta perashah.
Debarim [Dt] 27:1-8 Ordenó Mosheh, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: Guardarán todos los mandamientos que yo les prescribo hoy. Y el día que pases el Iarden a la tierra que HaShem tu Elokim te da, levantarás piedras grandes, y las revocarás con cal; y escribirás en ellas todas las palabras de esta Torah, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que HaShem tu Elokim te da, tierra que fluye leche y miel, como HaShem el Elokim de tus padres te ha dicho. Cuando, pues, hayas pasado el Iarden, levantarás estas piedras que yo les mando hoy, en el monte Ebal, y las revocarás con cal; y edificarás allí un altar a HaShem tu Elokim, altar de piedras; no alzarás sobre ellas instrumento de hierro. De piedras enteras edificarás el altar de HaShem tu Elokim, y ofrecerás sobre él holocausto a HaShem tu Elokim; y sacrificarás ofrendas de paz, y comerás allí, y te alegrarás delante de HaShem tu Elokim. Y escribirás muy claramente en las piedras todas las palabras de esta Torah.

Diversos comentarios rondan este tema. Aquí algunos:
Las piedras las debían tomar del lecho del río Iarden y en ellas tenían que escribir los cinco libros de la Torah y ser erigidas en el monte Ebal.
[Tanaj Katz, pág. 595]

Y después trajeron las piedras como se ordena en la Torah, y construyeron el altar y lo enyesaron con yeso, y escribieron en él todas las palabras de la Torah en setenta idiomas, como se afirma: «Y escribirás en las piedras aclaran claramente todas las palabras de esta ley «(Debarim 27:8), lo que indica que debe escribirse en todos los idiomas. Y luego tomaron las piedras de allí y vinieron a Gilgal y durmieron en su lugar de alojamiento.
[Talmud, Sotah 32a]

Inscribe la Torah en setenta idiomas sobre las piedras del altar, desarma el altar y lleva las piedras a Guilgal, tu primera estación en Eretz Israel, donde se establecerán en forma permanente.
¿Cuál era el propósito de colocar las rocas gigantescas, sobre las cuales la Torah fue escrita en cada idioma, en Guilgal, a la entrada de Eretz Israel?
1. Al igual que las piedras que Mosheh colocó sobre la margen oriental del Jordán, éstas advertirían a los gentiles a aceptar las Leyes de Noaj en forma voluntaria también y les informarán que la furia de Elokim fue encendida como resultado de su idolatría y abominaciones.
2. Estas piedras sirven de recordatorio permanente a las generaciones futuras por el cruce del Iarden sobre tierra seca de sus ancestros [La ubicación de las piedras en Guilgal era conocida en los tiempos de los tanaim, los Sabios que compilaron la Mishnah].
Iehoshua erigió otro juego de doce piedras en el Iarden mismo para conmemorar el milagro.
3. Además, las piedras significaron que uno estaba a punto de ingresar a la tierra de la Torah. Así como los hogares judíos se distinguen por su mezuzah sobre las jambas de sus puertas, así un monumento gigantesco en la frontera de eretz Israel recordaba al viajero que el propósito de vivir allí es el de cuidar la Torah.
Hashem ordenó revocar las piedras antes de comenzar la escritura, para que las lluvias no borraran lo escrito.

[El Midrash dice, Debarim]

Esto último me gustó mucho y da sentido a lo comentado en un principio: “recordaba al viajero que el propósito de vivir allí es el de cuidar la Torah”.
Soy una puerta. Quien pase por mí debe ser capaz de ver estas piedras.
Debarim [Dt] 27:8 Vejatabta ‘al habanim et kol dibre haTorah hazot baer heteb / Y escribirás sobre las piedras todas las palabras de estar Torah, bien claras.

El vocablo “Baer/Claras” aparece 2 veces más a lo largo del Tanaj. Alude a algo que debe ser claro o bien explicado.
Debarim [Deu] 1:5 Mosheh empezó a explicar esta ley en la tierra de Moab, al otro lado del Iarden, y dijo:

Jabacuc [Hab] 2:2 Entonces HaShem me respondió diciendo: —Escribe la visión y grábala claramente en tablas, para que corra el que las lea.

Ahora lo que debo preguntarme es: ¿Dichas piedras están levantadas en mi tierra? Más importante: ¿Lo escrito ahí es claro? ¿Está bien explicado?
Dicho en otras palabras: ¿Soy capaz de entender lo que la Torah dice para mí?
Si bien con la mano en la cintura se puede responder que “Sí”, Las acciones deben respaldarlo. Y no basta con hacer e imitar lo que ves o aprendes. Se debe tener claro y entenderlo. Hay que tener conciencia de lo que se hace para poner una verdadera intención en cada uno de los preceptos.

Pocos días restan para Iom teru’ah/Rosh hashanah. ¿Por qué lo celebras? ¿Por qué escuchas el Shofar? ¿Por qué comes los simanim/señales?
En tu tierra, sobre esas piedras, deben estar claros los motivos. Y si un extranjero quiere entrar a través de ti, que pueda ver con la misma claridad cada uno de los preceptos en la Torah. Así, juntos, volveremos a esa tierra.

Me despido con esto. El valor de la palabra Torah [Tav, Vav, Resh, Hei] es 611. Un verso completo en el libro de Tehilim da el mismo número.
Tehilim [Sal] 31:25 (24) Jizqu veiaametz lebabjem, kol hamiajalim laAdo-nai / Esfuércense y animen sus corazones, todos los que esperan en HaShem.

Por el momento ¡Ánimo! Pon emoción en todo cuanto hagas. La misma Torah lo demanda de ti. Los tiempos de HaShem llegarán. Pon de tu parte para que ello suceda.

¡HaShem te bendiga!

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