7 días

Esta porción genera condiciones legales de “purificación” ante el acontecimiento de un nacimiento y la intensa etapa de maniobra de un Metzora’ [afectado por Tzaraat].
Es interesante como estas dos situaciones están ligadas en este día especial, como invitando a renovarse en esta encrucijada de Shabat, de porciones combinadas, de Rosh jodesh, y por supuesto, de este momento mundial que experimentamos.

Un nacimiento “sufre” ciertas afectaciones que lo envuelve de manera natural, y un Metzora “sufre” afectaciones que el mismo elabora, pero con cierta inconciencia, la cual va a enfrentar.

El proceso final de una persona afectada es intenso. Siguiendo las instrucciones de purificación, observa con esperanza, como el Kohen está a punto de decir “puro”. Trata de entender, como un proceso o reglamentación tiene como ingrediente el “aislamiento” como solución.
Nuestros Sabios consideran que la expresión Tzaraat es igual que aislamiento, ahí tuve una encrucijada. ¿Es un ingrediente de un todo, o es, en sí mismo, la solución?

Tenemos que observar qué nos construye el aislamiento como aprendizaje.
Esta porción se llena de reglas con alternativas, según la situación. Dichas situaciones están basadas en los síntomas que se presentan.
La opinión es exclusiva del Kohen, su “interpretación”, es la única voz con derecho a darla.

La separación del afectado, de sus funciones cotidianas, era un “aislamiento”, el cual la Torah maneja de manera variada. Lo teje de manera extraordinaria, da colores e intensidades que otorga un conocimiento nuevo.
Dentro del Tzaraat y su evolución, se inicia con alguien que “observa” la aparición de una “mancha” (baheret) blanca brillosa. Este síntoma lo hace merecedor de presentarse ante el Kohen; el cual, si comprueba que no existe profundidad en la piel, ni cambio en el color de pelo, lo clasifican como “la llaga” (hanéga) esto da la posibilidad de crear el “aislamiento” un periodo de 7 días. ¿Diagnóstico y medicamento?

Hay dos probabilidades en estos siete días:
1.- Que la “llaga” se incrementara (tzaraat)
2.- Que la “llaga” se detuviera. (mispajat)

Quiero ponerme en este periodo de 7 días, donde una “mancha” tiene probabilidad de ser tzaraat, Si bien hay comentarios que sugieren considerarlo como tal, solo está en un proceso. (hay que entender que existían varios tipos de inicios del tzaraat).
Tratemos de enfocarnos en el caso del siguiente pasuk, el cual es el que trato de explicarles:
Vaikra/Levítico 13:4 y si es una mancha brillante blanca en la piel de su carne, pero su aspecto no es más hondo que la piel y el pelo no se volvió blanco, entonces el kohen confinara la afección por un periodo de siete días.

La expresión “confinara” es la que tiene relación con “aislamiento”.
¿Dónde se llevaba a cabo este aislamiento? El pasuk hace referencia que “confinara a la afectación”, no al individuo.
De ahí nos vemos obligados a preguntar: ¿Dónde era enviada la persona?
Algunos comentarios refieren que se debía “tapar” la llaga para confinarla. Otros dicen que se “mandaba” a la persona al aislamiento en su casa.

Se debe entender que el aislamiento no era por motivos de contagio, sino para generar un espacio especial, de oportunidad.
Imagina que estás encerrado en una burbuja, muy agradable pero hermética, y repente se mete una avispa, el espacio que era agradable se vuelve catástrofe.
La calidad del espacio depende qué convocas.

Volvamos con el afectado el cual “desaparecería” de la comunidad. Aun estando dentro de su casa, estaba “fuera” de la sociedad.
En este caso en particular, ¿crees que, desde el primer día de aislamiento, se tuviera cierta calidad de concientización de lo que está pasando?
¿Cómo se podría llegar a un buen punto de reflexión (en esos 7 días)?
El siguiente pasuk nos da el espacio para comprender:
Vaikra/Levítico 13:46 todos los días en que tenga la afectación permanecerá impuro, impuro es. Aislado deberá permanecer, fuera del campamento será su morada.

Aunque este pasuk habla sobre un veredicto final, donde el “aislamiento” era fuera de campamento, también se aplicaba a la persona, pero en su casa.
Comprendamos que la expresión “aislamiento”, tiene ciertas intensidades. La más intensa es la que no tiene un número determinado que cumplir, la incertidumbre empieza a mezclarse.
El aislamiento dejaba a la persona “fuera” de su círculo social, de su postura económica y su poder. Tenía la obligación de ver desde “fuera”, todo aquello que lo respalda.
¿Qué es ver desde afuera?
1.- Ver “la” película que construimos todos los días con nuestras acciones.
2.- Tener la capacidad de alcanzar un juicio claro, lleno de luz para iluminar aquellas cosas de las que no estamos tan consientes.
3.- Es reconocer, aceptar y afrontar los resultados de un juicio íntimo.
4.- Es conocernos.

¿Qué cuadro podemos construir de la conducta humana en esta etapa, donde el momento de reflexión de 7 días, solo alcanza para detener el crecimiento de la llaga?
Imaginemos estar en confinamiento, vemos nuestra llaga, quizás la observamos detenidamente, acercamos nuestros dedos cerca de su circunferencia, casi sentimos un dolor.
Pasa un día, amanece y la llaga sigue igual; ¿qué pensarías?

Tratemos de sentir algo que nos ayude a entender lo que la Torah nos quiere mostrar.
¿Que siento cuando, al pasar los 7 días, y mi llaga permanece en su aspecto y afección? Quizás nace en nuestro interior una “opinión”.
El Kohen, relata la Torah, tenían dos panoramas:
1.- La “llaga” no cambio ni se extendió.
2.- La “llaga” cambio y se extendió.

No existe la opción “la llaga desapareció”, espacio estructural que a muchos les gustaría que se presente. Esto es interesante. Es probable que el bien no es como lo conceptuamos.

¿Qué sentimiento o situación tendría que tener la persona en este periodo de sietes días?
Veamos algunos pasukim donde involucren siete días de “aislamiento”:

Bamidbar/Números 12:14 Respondió el Señor a Mosheh: Pues si su padre hubiera escupido en su cara, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después se reunirá.
Desglosemos la situación:
Un padre ofendido.
Un padre que reacciona.
Se exige un sentimiento, como mínimo.
Se da el tratamiento.

Probablemente, todo este escenario se debería dar en el estado de aislamiento, creo que el orden es una receta perfecta.
La Torah nos da un ejemplo de cómo inicia el proceso para entender que hemos ofendido. Le da a la persona, la cantidad exacta de lo que significa haberlo hecho.
Lamentaciones 1:20 Mira, oh Señor, que estoy atribulada; mis entrañas rugen, mi corazón está trastornado en medio de mí; porque me rebelé desaforadamente; de fuera me desahijó el cuchillo, de dentro aparece la muerte.

Conclusión

La Torah nos otorga un espacio que deberíamos entender, donde la dependencia cambia de dirección. Debemos tener valor para solo depender de Él. Es difícil, ese cambio, da miedo, pánico.
Como me acuerdo cuando dejé de depender de mis padres y tuve que encargarme de mis responsabilidades. Sentía que el mundo se desmoronaba, me sentía solo. ¿Cómo te sientes?

Shabat shalom!

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